Imaginemos que vamos rodando con los compañeros cuando, por una de esas casualidades de la vida, la válvula de una de nuestras ruedas tubelizadas decide jubilarse anticipadamente. Lógicamente, recurrimos a una siempre inestimable cámara de aire para continuar con la ruta, o al menos hasta que dicha cámara también acaba pinchada. Sin válvulas y sin cámaras de repuesto, ¿qué solución nos queda? Pues por ejemplo, recurrir a un buen manojo de hierbas silvestres, tal y como nos enseña José Pérez Mateos en el vídeo que nos envía. Sin duda, un buen truco verde... y nunca mejor dicho.
Íbamos ya de retirada, quedaban unos 10 km para llegar a casa después de una tarde intensa de btt en la cual sufrimos una avería de tubeless (la válvula perdía aire) teniendo que usar una cámara para seguir, y un pinchazo normal (de los de cámara). Volvemos a pinchar (en este caso un llantazo) y a la hora de reparar nos quedamos sin cámaras de repuesto (la verdad es que nos quedaba una y al probarla de tanto tiempo sin usar perdía aire). Para evitar molestar a nadie que acudiese al lugar a llevar a casa al pequeño del grupo, Emilio (de azul) insistió en utilizar algo que en una ocasión hace años yendo solo de ruta ya probó, con los mismos resultados que en el vídeo
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