La región italiana de Véneto fue la encargada de acoger el primer Campeonato del Mundo de Gravel celebrado bajo el amparo de la UCI durante los días 8 y 9 de octubre. Las féminas fueron las primeras en correr durante la jornada del sábado con victoria para la francesa Pauline Ferrand-Prévot, mientras que en los hombres, ya el domingo, el maillot arcoiris fue para Gianni Vermeersch.
El primer Campeonato del Mundo de Gravel de la UCI se celebró sobre un recorrido mixto de 140 km para la categoría Élite femenina, con atletas de una amplia gama de disciplinas compitiendo en diferentes tipos de bicicletas. Los hombres afrontaron un recorrido de 194 km desde Vicenza hasta Cittadella, compuesto por 140 km más dos vueltas a un circuito de 27 km. Alrededor del 73% del trazado fue de grava, con 800 metros de desnivel positivo.