La sexta etapa de la Absa Cape Epic 2025 no fue una más en esta edición. Los 87 exigentes kilómetros y 2.550 metros de desnivel acumulado se convirtieron en un escenario imprevisible, moldeado por el regreso repentino de la lluvia tras varios días de calor extremo. La meteorología alteró radicalmente las condiciones del terreno y, con ello, el desarrollo de la etapa y las opciones de los principales candidatos al triunfo final.
El desenlace de la jornada se fraguó en los últimos 20 kilómetros, cuando el dúo del Wilier-Vittoria aprovechó un bajón del conjunto Scott-SRAM para lanzar un ataque que acabaría siendo determinante. Pese a sufrir una incidencia mecánica, los italianos lograron mantenerse al frente del pelotón perseguidor. Este movimiento permitió a los del Imbuko ChemChamp adjudicarse la etapa, mientras el Wilier-Vittoria cruzó la línea de meta en segunda posición, consolidando así su progresión en la general.
El gran perjudicado fue el equipo Scott-SRAM. Sin capacidad de respuesta ante el empuje de sus rivales, acabó cediendo un minuto y 34 segundos respecto al dúo vencedor del día. Esta diferencia, aunque aparentemente asumible, podría resultar decisiva a falta de una sola etapa para concluir la prueba. Las dudas sobre su rendimiento bajo presión y en condiciones técnicas adversas se han intensificado tras este resultado.
En la categoría femenina, el guion también se desvió de lo previsto. Mónica Calderón y Tessa Kortekaas, del Cannondale ISB Sport, sorprendieron con una ofensiva temprana que se tradujo en una victoria clara. Mientras tanto, Langvad y Gómez, líderes destacadas de la general, optaron por un enfoque conservador. El dúo finalizó en segunda posición, a más de seis minutos de las ganadoras, sin poner en riesgo su liderato. Por detrás, el tándem formado por Looser y Skarda completó el podio de la jornada.