Completando un exigente recorrido de 273,9 kilómetros con 4.291 metros de desnivel acumulado, Tadej Pogacar se alzó con su primer título mundial de ciclismo en ruta tras ejecutar un audaz ataque en solitario. Desde el inicio, la carrera estuvo marcada por un ritmo vertiginoso, con una escapada temprana de seis corredores que logró sacar más de cuatro minutos y medio de ventaja sobre el pelotón principal.
A 100 kilómetros de la línea de meta, Pogacar decidió lanzar un ataque desde el grupo principal. No solo alcanzó a los escapados, sino que, a 90 kilómetros del final, optó por continuar en solitario, distanciándose del resto de competidores. Durante el tramo restante, mantuvo una ventaja fluctuante entre 40 y 60 segundos sobre un selecto grupo perseguidor compuesto por ciclistas como Mathieu van der Poel, Remco Evenepoel, Enric Mas, Marc Hirschi y Ben O'Connor.
A pesar de los intensos esfuerzos del grupo perseguidor por reducir la brecha, el esloveno logró sostener su liderazgo hasta el final. Cruzó la meta en solitario con un tiempo de 6 horas, 27 minutos y 30 segundos, consolidando así su victoria y reafirmando su estatus en la cima del ciclismo internacional. El australiano Ben O'Connor obtuvo el segundo lugar, llegando 34 segundos después de Pogacar. Por su parte, el neerlandés Mathieu van der Poel, que defendía el título, tuvo que conformarse con la tercera posición.