Tom Pidcock y Victor Koretzky protagonizaron una de las más emocionantes batallas en la prueba de XCO de los Juegos Olímpicos de París. Ambos tenían la medalla de oro al alcance de la mano, y sabedores de que también rodaban al límite de las fuerzas, lucharon hasta el final por la ansiada medalla de oro.
Por desgracia, un error de Koretzky en la última bajada, donde perdió el control de su bici y se salió del circuito, le costo la medalla de oro con toda probabilidad. Apenas unos segundos después, con los dos corredores mano a mano en la última sección, Pidcock sentenció la carrera.
¿Qué hizo el británico? Adelantó a Koretzky por dentro, rozándolo debido a la estrechez del sendero, para escaparse a toda velocidad hacia la línea de meta sin que el francés tuviese ni tiempo ni espacio suficiente para reaccionar. Esta maniobra fue abucheada por el público galo, aunque no fue ilegal según la normativa.
Tanto Koretzky como Pidcock merecieron ganar la carrera puesto que ambos lo dieron todo. Pidcock sufrió un pinchazo en la tercera vuelta perdiendo más de medio minuto que luego fue capaz de remontar para ponerse otra vez en la cabeza, mientras que Koretzky, que supo mantenerse arriba durante toda la prueba, se vio perjudicado por un pequeño (pero muy caro) fallo de cálculo en una trazada.