¿Vale la pena tubelizar las ruedas antes de llevarse una flamante bicicleta nueva de la tienda? La respuesta es sí, vale la pena. Con unas ruedas correctamente tubelizadas, el riesgo de sufrir pinchazos disminuye drásticamente y la experiencia de rodar en bicicleta mejora exponencialmente, siempre y cuando se tengan presentes una serie de consejos de muy fácil ejecución.
Las ruedas tubelizadas, más conocidas bajo el término Tubeless, son la opción más segura y eficiente para prevenir pinchazos en una bicicleta de montaña. Obviamente, tienen sus ventajas e inconvenientes, éstos últimos básicamente relacionados con la inversión necesaria inicial y la necesidad de una ligera atención extra hacia las ruedas por parte del ciclista. En lo referente a las ventajas: más seguridad, más tracción y menos pinchazos.
¿Cuál es la mejor manera de disfrutar al 100% de unas ruedas tubelizadas? Siguiendo los siguientes consejos:
- Usar siempre llantas y cubiertas Tubeless Ready y líquido sellante de calidad.
Llevar siempre una válvula Tubeless de repuesto y una cámara o, en su defecto, un kit de reparación Tubeless. El inflador, preferiblemente de bombona CO2.
- Revisar con frecuencia las presiones de las ruedas tubelizadas, preferiblemente antes de cada salida.
- Evitar mantener las ruedas estáticas durante un período prolongado. Aunque no se utilice la bicicleta, girar las ruedas al menos una vez a la semana para evitar que el líquido se aposente.
- Controlar el nivel de líquido sellante. Si se oye el líquido al agitar la rueda, todo correcto. Si no se oye, añadir aproximadamente 30 mililitros de líquido por rueda.
- Utilizar presiones ligeramente más bajas a las utilizadas con cámara de aire. Aproximadamente, entre -0.2 y -0.5 BAR según tamaño de rueda tubelizada.
- En caso de pérdida importante de presión de aire, comprobar el estado de la cubierta y tubelizar nuevamente (cinta, líquido y válvula).