Con el reciente boom de las transmisiones monoplato, muchos son los aficionados al ciclismo que olvidan tener en cuenta un aspecto fundamental a la hora de realizar cualquier modificación en el sistema de transmisión de la bicicleta: la longitud de la caja del cambio trasero. ¿Qué longitud funciona mejor en una transmisión monoplato? ¿En qué se diferencian los diferentes largos de caja? ¿Qué función tiene este elemento en el conjunto de la transmisión?
La longitud de la caja del cambio trasero
La caja del cambio trasero es, para los usuarios menos experimentados, esa especie de guía inferior (con dos rulinas) que se mueve en el desviador trasero a medida que vamos cambiando platos y piñones en la transmisión. La función de la caja de cambio es, grosso modo, la de mantener tensa la cadena, siendo la longitud de la caja del cambio la encargada de proporcionar un óptimo funcionamiento en diferentes longitudes de cadena.
¿Cuántos tipos de caja hay en la actualidad? Shimano y SRAM, los dos principales fabricantes de transmisiones para bicicletas de montaña, ofrecen en su catálogo tres tipos de medida para la caja del cambio trasero: corta, media y larga. Las diferencias entre estos tres tipos de caja radica en la capacidad del cambio para mantener una óptima tensión de la cadena en todo el rango de desarrollo de la transmisión.
¿Cómo se calcula la capacidad total de la transmisión? Dependiendo del desarrollo de la transmisión de una bicicleta, la cadena necesita una longitud determinada para funcionar correctamente, siendo la longitud de la caja del cambio la encargada de mantener el tensado óptimo de la cadena independientemente de su longitud. El cálculo de la capacidad total de la transmisión arroja una cifra, en dientes, que sirve como referencia para elegir la longitud de la caja del cambio más adecuada. La fórmula de cálculo es la siguiente: (piñón grande - piñón pequeño) + (plato grande - plato pequeño).
Poniendo números a la fórmula anterior, asumiendo que tenemos una transmisión monoplato con un cassette 11-40T y un plato de 32 dientes, calculamos: (40 - 11) + (32 - 32) = 29T. La capacidad total de este ejemplo de transmisión monoplato quedaría en 29T, y sólo restaría elegir el tipo de caja de cambio más recomendable para dicha cifra. Las capacidades de las cajas de cambio ofrecidas por Shimano y SRAM son las siguientes:
Shimano
- Caja larga: 45T
- Caja media: 33T
- Caja corta: 28T
SRAM
- Caja larga: 45T
- Caja media: 37T
- Caja corta: 30T
En el cálculo anterior y con 29T como capacidad total de una transmisión monoplato con plato de 32 dientes y cassette 11-40T, las cajas de cambio más recomendables serían la corta de SRAM (hasta 30T de capacidad total) y la media de Shimano (hasta 33T de capacidad total), puesto que la caja corta de Shimano quedaría muy justa y no ofrecería un funcionamiento óptimo del cambio trasero.
Pero, ¿qué pasa si modificamos la configuración monoplato y montamos un cassette 11-46T con un plato de 34 dientes? El cálculo quedaría así: (46 - 11) + (34 - 34) = 35T, por lo que tendríamos que recurrir a las cajas de cambio SRAM media (hasta 37T de capacidad total) y la Shimano larga (hasta 45T de capacidad total).
La importancia de la longitud de la caja del cambio
¿Por qué elegir la longitud de caja de cambio más adecuada? Básicamente, para disfrutar de un funcionamiento óptimo de la transmisión. Una caja de cambio más larga de lo necesario provoca saltos de cadena y molestos ruidos, además de acercar peligrosamente el desviador al suelo con el consiguiente riesgo de impacto y rotura, sin olvidar esos gramos de más de una caja de tamaño superior al necesario.
Mención especial merecen las bicicletas de doble suspensión, que por sus características físicas, necesitan ciertos apuntes extras. Como regla general, si al calcular la capacidad total de la transmisión de una bicicleta de doble suspensión obtenemos una cifra situada en el límite de dos medidas de caja, la opción más recomendable es elegir la caja más larga para evitar que la cadena se tense demasiado al comprimirse el amortiguador.