Todo parece indicar que la electrónica y las bicicletas van a estar muy ligadas en años venideros. Comenzando por el avanzado grupo electrónico Shimano XTR Di2, capaz de ajustar sus desarrollos de forma automática según nuestras preferencias; y terminando por dispositivos como ShockWiz, un sensor capaz de analizar el funcionamiento de una suspensión hasta 100 veces por segundo para darnos todo tipo de detalles acerca del ajuste óptimo de la presión o el rebote de la misma, no hay duda de que el futuro se presenta (tecnológicamente hablando) muy prometedor.
ShockWiz es un práctico y compacto sensor inteligente que, conectado a la válvula de la cámara positiva de una horquilla o amortiguador, analiza en tiempo real el funcionamiento de la suspensión en base a unos ajustes que previamente hayamos definido en su aplicación dedicada, disponible para dispositivos iOS y Android. Gracias a esta aplicación, podemos configurar el sensor según nuestras preferencias o necesidades para obtener un ajuste preciso, pudiendo seleccionar entre tres modos diferentes preconfigurados: XC, All Mountain o DH.
El funcionamiento de ShockWiz es muy sencillo. Basta con acoplarlo a la válvula de la cámara de aire de nuestra suspensión y 'sujetarlo' convenientemente para, una vez activada la aplicación que lo acompaña, salir a rodar de forma habitual. El sensor se encarga de analizar el funcionamiento de la suspensión hasta 100 veces por segundo para cuantificar todos esos datos y enviarlos hasta nuestro dispositivo móvil, donde podremos ver cuál es la presión óptima que necesitamos para nuestro estilo de pilotaje e incluso qué tipo de ajustes debemos realizar en el rebote de la suspensión una vez finalizada nuestra sesión de calibración.
Como es de suponer, ShockWiz sólo es compatible al 100% con suspensiones de aire y, entre éstas, sólo con aquellas que hacen uso de una cámara de aire positiva no variable. Quedan excluidas las suspensiones de cámara variable (DRCV y otras), mientras que para los sistemas 'inteligentes' como Terralogic, Brain, iCTD y E:I, los ajustes proporcionados por ShockWiz sólo pueden ser tomados como sugeridos y no como óptimos. En el caso de las horquillas de recorrido ajustable (TALAS, DPA y DLA), el correcto funcionamiento de este sensor requiere de una calibración por cada recorrido que queramos ajustar.
Con un peso declarado de sólo 45 gramos y una autonomía de varios meses mediante una simple pila de botón, ShockWiz busca un hueco en el mercado con su presentación oficial en la plataforma Kickstarter. Podemos conseguir nuestro propio sensor 'inteligente' para ajustar la suspensión de forma óptima por un precio de venta anticipado de 200 euros y un precio final de 217 euros, con fecha de entrega de las primeras unidades prevista para enero de 2016.
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