Mecánica

Qué es el SAG de la suspensión y por qué todos los ciclistas de montaña deberían saber ajustarlo

Este ajuste es muy importante porque cada ciclista necesita un SAG personalizado que le permita sacar el máximo rendimiento a las suspensiones de la bici de acuerdo a su peso y forma de rodar.

El famoso SAG de las suspensiones presentes en las bicicletas de montaña es un ajuste muy importante que todo ciclista que se precie debería saber hacer. Explicado de forma simple, se trata del recorrido (o hundimiento) de la suspensión cuando el peso del ciclista recae sobre ella y sirve para que las horquillas y amortiguadores trabajen de forma eficiente manteniendo las ruedas de la bici pegadas al suelo.

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Horquilla de suspensión con indicador de SAG. ©Hans Braxmeier/Pixabay

Este ajuste es muy importante porque cada ciclista necesita un SAG personalizado que le permita sacar el máximo rendimiento a las suspensiones de la bici de acuerdo a su peso y forma de rodar. Los principales fabricantes de suspensiones cuentan con unas tablas donde se pueden consultar los valores de SAG recomendados para distintos modelos de horquilla y amortiguador, aunque lo fundamental para el ajuste es que cada ciclista encuentre su valor óptimo.

El prehundimiento o SAG de una suspensión tiene un papel muy importante en el correcto funcionamiento de la horquilla o amortiguador (o ambos) de una bicicleta. Supone un recorrido negativo que juega a favor del ciclista absorbiendo las irregularidades del terreno, de manera que hace rebotar la barra o barras de la suspensión manteniendo las ruedas pegadas a la superficie del terreno por el que se está rodando y minimizando la percepción de baches y demás obstáculos del suelo.

El ajuste del SAG

Para ajustar correctamente el SAG de una suspensión hay que seguir una serie de pasos muy sencillos. Un dato fundamental antes de ajustar el SAG de cualquier suspensión es conocer la carrera del amortiguador o de la horquilla. En el caso de las horquillas, la carrera es, teóricamente, el recorrido de estas, que generalmente suele ser de 100, 120, 140, 160, 170, 180 o 203 milímetros. En el caso de los amortiguadores, la carrera no es el recorrido de la suspensión, sino la distancia de compresión del émbolo.

Para conocer con exactitud la carrera de un amortiguador y horquilla, lo mejor es vaciar todo el aire y comprimir la suspensión hasta que haga tope, desplazando la junta de goma que normalmente traen todos las suspensiones para realizar dicho ajuste. Una vez vaciado todo el aire, hay que volver a introducir presión hasta que la suspensión se extienda por completo y medir la distancia desde el cuerpo del amortiguador u horquilla hasta la junta de goma mencionada. La distancia resultante es la carrera real disponible de una horquilla o amortiguador.

Sabiendo la carrera real disponible de una horquilla o amortiguador, los pasos a seguir para ajustar el SAG son los siguientes:

  1. El primer paso es situar la junta de goma presente en la suspensión o, en caso de no haberla, una brida, junto al cuerpo del amortiguador o sobre las botellas de la horquilla. Esta junta o brida sirve como referencia para calcular la longitud de compresión de la suspensión cuando el ciclista se sube a la bicicleta.
  2. Subirse a la bicicleta y apoyar todo el peso corporal para que la junta de goma o brida se desplace sobre las barras de la horquilla o el vástago del amortiguador, ya sea con ayuda de otra persona o apoyados contra una pared.

  3. Tras realizar correctamente el segundo paso, llega el turno de bajarse de la bicicleta prestando especial atención a no forzar más la compresión de las suspensiones para evitar que la posición de la junta de goma o brida se desplace de su sitio.
  4. Medir el hundimiento de la suspensión. Generalmente, lo más recomendable es ajustar el SAG entre el 20% y el 30% de la carrera disponible de la suspensión para conseguir un rendimiento óptimo. Para tener una suspensión firme, hay que elegir un ajuste de entre el 15% y el 20% de SAG, mientras que si se prefiere una suspensión más sensible, debe ser una medida cercana al 30%.
  5. Con una bomba de aire de alta presión, lelga el turno de meter o quitar aire a la cámara de la suspensión según el SAG deseado. A modo de ejemplo práctico: si una horquilla con 100 mm de recorrido se ha hundido 20 milímetros, tiene un SAG del 20%. Hay que quitar aire para aumentar el SAG o, por el contrario, meter más presión para reducirlo.
  6. Después de realizar los pasos anteriores y, tras medir la compresión de la suspensión y añadir o quitar aire según las necesidades de cada ciclista, hay que repetir todo el proceso hasta lograr ajustar a la perfección el SAG deseado. Una vez obtenido el porcentaje deseado de SAG, no está de más realizar un par de comprobaciones finales para verificar que la presión de las suspensiones se mantiene invariable.