Los crujidos en una bicicleta pueden resultar extremadamente molestos para los ciclistas, especialmente cuando, a pesar de una minuciosa revisión de la bicicleta, la fuente de los ruidos sigue siendo un misterio. Aunque el mantenimiento del pedalier y la dirección, las áreas más comunes de crujidos, puede ser complicado para muchos ciclistas, existen otros muchos puntos adicionales que se pueden revisar fácilmente para eliminar estos molestos ruidos.
Puntos básicos a engrasar en una bicicleta
La revisión inicial debe enfocarse en la cadena, ya que una lubricación deficiente suele ser la principal causa de los crujidos en una bicicleta. Es recomendable limpiarla con un producto desengrasante y aplicar generosamente cera lubricante una hora antes de comenzar a pedalear.
Los pedales, siendo el punto de apoyo principal de los pies del ciclista, soportan considerables esfuerzos mecánicos. Mantener la rosca de los pedales lubricada y lubricar ocasionalmente el mecanismo de los modelos automáticos ayuda a prevenir los crujidos.
La biela izquierda es otra fuente de crujidos, y afortunadamente no es necesario desmontar el pedalier para revisarla; en la mayoría de casos, con aflojar uno o dos tornillos ya se puede desmontar. Aplicar grasa y volver a montarla con el par de apriete recomendado por el fabricante suele ser una solución efectiva.
Las zonas de apoyo de los tornillos que sujetan el plato a la araña de las bielas pueden generar crujidos desapercibidos. Limpiar y engrasar las roscas de los tornillos antes de apretarlos nuevamente suele ser una solución rápida y eficaz.
La patilla del cambio, fijada al cuadro mediante un tornillo, puede acumular suciedad entre el cuadro y el cambio trasero. Limpiar y engrasar esta área antes de volver a montarla ayuda a eliminar los crujidos.
La tija también es muy propensa a acumular suciedad, lo que puede provocar crujidos al pedalear. Mantenerla limpia y aplicar una capa de grasa en la tija y el cierre ayuda a prevenir estos ruidos.
Tanto el manillar como la potencia deben estar ligeramente engrasados en las zonas de contacto para evitar crujidos. La aplicación de grasa de montaje o pasta de carbono, según el material de los componentes, es más que recomendable.
Por último, engrasar ligeramente el punto de entrada de los cables guiados al interior del cuadro ayuda a prevenir crujidos causados por el movimiento de los mismos debido a las vibraciones al rodar.