Aunque ya estaban presentes en muchos modelos de 2017, los amortiguadores métricos con anclaje Trunnion se han convertido en norma en prácticamente la gran mayoría de modelos de la temporada 2018. ¿Qué es la medida métrica empleada en estos amortiguadores? ¿Por qué un anclaje nuevo denominado Trunnion? Más allá de simples estrategias de marketing, se trata de un paso lógico de la industria ciclista para simplificar tanto el diseño de los cuadros de las bicicletas como para unificar y reducir las múltiples medidas de amortiguador disponibles hasta la fecha a fin de evitar incompatibilidades y otros problemas mayores.
Los amortiguadores métricos se denominan así porque abandonan el habitual sistema imperial en pulgadas utilizado hasta ahora para adoptar un sistema métrico de medición. ¿Por qué? Porque los amortiguadores en pulgadas podían contar con cerca de 90 medidas diferentes de casquillos para su montaje en diferentes modelos de bicicletas; un hecho que, como es de imaginar, suponía un auténtico desafío a la hora de elegir un casquillo compatible con un modelo en concreto sin caer en confusiones y equivocaciones. El nuevo sistema métrico reduce la cantidad de casquillos a 18, una cifra mucho más asimilable.
Con las medidas métricas, la variedad de tamaños de casquillos y amortiguadores se reduce de forma drástica, dando lugar a menos confusiones y mayor compatibilidad entre distintas bicicletas gracias a un mayor consenso entre fabricantes para desarrollar medidas estandarizadas mucho más fáciles de entender y elegir. Junto a estos amortiguadores métricos también entra en juego un nuevo anclaje superior, denominado Trunnion (en español, muñón), directamente alojado en el cuerpo del amortiguador mediante dos tornillos en lugar del típico ojal y pasador tan presente años atrás.
Pese a la adopción del sistema métrico en los amortiguadores, el anclaje Trunnion es realmente el principal responsable de las mejoras aportadas por este nuevo sistema. Gracias a estar integrado en el propio amortiguador, el espacio del ojal desaparece para poder ser aprovechado por el propio cuerpo del amortiguador, dando opción a los fabricantes de suspensiones tanto a reducir la longitud del amortiguador para un mismo recorrido como a mantener la longitud y aprovechar el espacio sobrante para mejorar la mecánica interna. También se amplían las posibilidades de los fabricantes de bicicletas a la hora de alojar los amortiguadores en cuadros de talla pequeña o cuadros con espacio muy reducido, con resultado ventajoso por partida doble.
Resumiendo en palabras más fáciles de entender, la llegada de los amortiguadores métricos con anclaje Trunnion se traduce en una mejora del funcionamiento de la suspensión gracias a amortiguadores con más espacio interno, una mayor facilidad a la hora de diseñar cuadros de bicicleta debido a un menor número de medidas entre las que decantarse y menos espacio necesario para montarlas, y otras ventajas asociadas al diseño de este sistema como son una mayor rigidez del conjunto o una menor fricción.