La cantidad de presión de aire que se pone en las cubiertas afecta en gran medida a las características de conducción y a las reacciones de la bicicleta mientras rodamos. No es aconsejable llevar la presión demasiado alta, aunque tampoco lo es llevarla excesivamente desinflada. Cada ciclista tiene sus preferencias en cuanto a presiones de aire, pero hay que seguir una serie de reglas para poder conseguir la presión ideal en nuestras cubiertas.
Las unidades de medida de la presión de aire
En el mundo de la Mountain Bike, al igual que en muchos otros ámbitos en los que se hablan de medidas de presión de aire, se manejan dos términos diferentes para definir la cantidad de presión de aire de una cubierta:
- BAR: Unidad de presión equivalente a un millón de barias, o lo que es lo mismo, aproximadamente igual a una atmósfera terrestre (1 ATM). De este modo, una cubierta inflada a 2,2 BAR tiene una presión de aire contenida de aproximadamente 2,2 atmósferas o ATM.
- PSI: Unidad de presión del sistema anglosajón de unidades, en la que una atmósfera equivale a 15 PSI aproximadamente. De este modo, una cubierta inflada a 2,2 BAR está a 33 PSI (2,2x15=33).
La cantidad de presión de aire
Debemos tener presente que la presión de aire de una cubierta determina de manera muy significativa el estilo de conducción de una bicicleta así como sus reacciones ante los obstáculos del camino.
Cuando la presión de aire es demasiado alta:
- La bicicleta rebota en los obstáculos.
- El rendimiento en las curvas disminuye significativamente.
- Existe una mayor probabilidad de sufrir un reventón en las cubiertas.
Cuando la presión de aire es demasiado baja:
- Mayor probabilidad de pinchazo por pellizco o aplanamiento de la cubierta.
- Pérdida de eficiencia en el pedaleo.
- Los derrapes y las frenadas pueden ser impredecibles.
Las reglas a seguir para encontrar la presión ideal
Lo primero que tenemos que tener claro es que las cubiertas también forman parte de la suspensión de la bicicleta. Los neumáticos son el único contacto de la bicicleta con el suelo, así que es bastante importante manejar un rango de presión correcto en cada cubierta para obtener el mejor rendimiento y la máxima comodidad. En términos generales, hay que tener en cuenta unas cuantas reglas:
- Los ciclistas más pesados necesitan mayores presiones en las cubiertas que los ciclistas más delgados o ligeros.
- Las cubiertas de menor medida (1.8 a 2.1) necesitan presiones más altas mientras que los neumáticos con mayor medida (2.2 y más) necesitan menos presión.
- Las cubiertas con un compuesto más duro ofrecen mejor rendimiento a presiones más bajas que las cubiertas con un compuesto más blando.
- Las cubiertas Tubeless o sin cámara de aire generalmente funcionan mejor a presiones más bajas que las cubiertas con cámara de aire.
Estas reglas sirven para tener un punto de partida a la hora de encontrar la presión correcta de nuestras cubiertas. Pero es importante recordar que la presión que necesitamos varía en función de nuestro estilo de conducción, el fabricante de las cubiertas y las condiciones del terreno.
¿Cómo encontrar nuestra presión ideal?
La presión ideal de una cubierta sería aquella que, inflada con la menor presión posible, no provoca ninguno de los problemas descritos anteriormente en cuanto a cubiertas infladas con una presión excesivamente baja.
Con presiones relativamente bajas, vamos a notar una mayor adherencia de las cubiertas sobre el terreno y una conducción más suave, sin rebotes. Para encontrar la presión ideal de nuestras cubiertas, necesitamos una bomba de inflado con manómetro, un trozo de pista o sendero por el que realizar nuestras pruebas y un poco de nuestro tiempo.
Comenzaremos por inflar las cubiertas con una presión alta de 45 PSI o 3 BAR, según nuestros gustos o nuestra bomba de inflado. Realizaremos un recorrido sobre la bicicleta con esta presión y observaremos el comportamiento de las cubiertas sobre el terreno. Después, reduciremos la presión de las cubiertas en 5 PSI o 0,3 BAR aproximadamente y repetiremos el recorrido con nuestra bicicleta.
Debemos observar el comportamiento de las cubiertas y notar como mejora la adherencia y la suavidad de conducción. Tenemos que reducir la presión de la cubierta tanto como sea posible (en intervalos de -5 PSI o -0,3 BAR), pero sin experimentar pinchazos ni comportamientos raros de la cubierta. Los pinchazos ocurren cuando la presión es excesivamente baja y la cubierta se pellizca entre el suelo y la llanta, provocando un pinchazo en la cámara por pellizco o rozamiento excesivo.
Hay que repetir el proceso de reducir la presión de las cubiertas y probar su comportamiento tantas veces como necesitemos, hasta encontrar una presión óptima que se adapte a nuestro estilo de conducción y a las propias cubiertas.
Para las cubiertas Tubeless, no hay que preocuparse tanto por los pinchazos, pero también debemos experimentar con las presiones de la cubierta. Una presión demasiado baja puede provocar que la cubierta ruede sobre sí misma, generando una capacidad de maniobra imprevisible. En general, para las cubiertas sin cámara de aire llevaremos una presión de entre 5 y 7 PSI o 0,3 y 0,5 BAR menos que en las cubiertas con cámara de aire.
Presión orientativa óptima de cubiertas de Mountain Bike
Ya he dicho que la presión óptima depende de varios factores, tales como el fabricante de la cubierta, el peso del ciclista, el tipo de compuesto del neumático o el estilo de conducción de cada uno de nosotros. Pero de forma general, aquí tenemos una tabla orientativa con las presiones óptimas según el tipo de cubierta que nos puede ayudar a acercarnos a nuestra presión ideal en las cubiertas de nuestra bicicleta:
- Cubiertas con cámara anchas (2.3 o más)= 28 a 30 PSI - 1,9 a 2,1 BAR
- Cubiertas con cámara delgadas (2.25 o menos)= 30 a 32 PSI - 2,1 a 2,25 BAR
- Cubiertas Tubeless anchas (2.3 o más)= 26 a 28 PSI - 1,75 a 1,9 BAR
- Cubiertas Tubeless delgadas (2.25 o menos)= 27 a 28 PSI - 1,8 a 1,9 BAR
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