La seguridad y la comodidad encima de una bicicleta de carretera o gravel dependen de numerosos factores, siendo los más importantes el ajuste de la altura del sillín, la presión correcta en los neumáticos y, como no, que el tamaño del cuadro sea el adecuado. Pero también pueden depender de otros pequeños detalles que muchas veces no se tienen en cuenta, como puede ser el buen estado de la cinta del manillar.
Cinta de manillar: cuándo y cómo sustituirla
La cinta de manillar no tiene una fecha de caducidad concreta, excepto que el fabricante de la misma especifique lo contrario. Normalmente, depende del material de la cinta, de la frecuencia con la que se usa la bicicleta y de si el ciclista prefiere una cinta con apariencia usada o nueva.
En términos generales, la cinta debe sustituirse cuando empieza a perder elasticidad, deja de ser suave al tacto y ya no absorbe las vibraciones como cuando era nueva. Cuando la cinta presenta algunas de las características mencionadas, es probable que sea el momento de sustituirla por una nueva.
Es un trabajo sencillo que puede hacerse fácilmente por cuenta propia, ya que basta con seguir algunos consejos y tener una pizca de destreza manual. Eso sí, cada maestrillo tiene su librillo y para conseguir un acabado profesional harán falta unos cuantos intentos o, en su defecto, cambiar unas cuantas cintas.
Cómo cambiar la cinta de manillar
Para cambiar la cinta de manillar, hay que fijar la bicicleta en un soporte, bloqueando la rueda delantera, para evitar que el manillar se mueva. El primer paso es retirar la cinta antigua y los restos de pegamento que hayan podido quedar en el manillar. Con paciencia y alcohol, este paso es muy fácil de completar.
Para comenzar a montar la cinta nueva, hay que levantar y girar los protectores de goma de las manetas pegando un par de trozos de cinta adhesiva, normalmente incluida en el embalaje, en las partes expuestas. Hecho esto, se puede empezar a envolver la cinta por los extremos del manillar, dejando unos diez centímetros más de cinta, que finalmente se doblará dentro del mismo para asegurar los tapones.
El procedimiento para enrollar la cinta en el manillar de forma correcta es envolviendo hacia arriba y superponiendo la cinta, nunca más de la mitad del ancho de la cinta ya instalada para evitar que se quede corta antes de cubrir completamente cada lado. El truco es estirar bien la cinta aprovechando su elasticidad para mejorar la adherencia.
Lo más importante es respetar la dirección de envoltura para no levantar accidentalmente la cinta con las manos una vez instalada. Siempre hay que encintar en el sentido de las agujas del reloj en el lado derecho del manillar y en el sentido contrario en el lado izquierdo, o lo que es lo mismo, envolver siempre en dirección hacia el exterior de la bici.
Una vez envuelto cada lado del manillar y con la cinta situada cerca del centro del mismo, solo hay que cortar el exceso y fijarla con cinta adhesiva. El último paso es introducir los tapones en los extremos del manillar aprovechando el trozo de cinta extra que quedó suelto al principio para crear volumen y mantener los tapones bien fijados en su sitio.