La cadena de la transmisión de nuestra bicicleta es uno de los componentes que más sufre el desgaste por uso. Toda la fuerza de nuestras piernas es transmitida directamente a la cadena, que arrastra consigo los diferentes platos y piñones para mover las ruedas de la bicicleta. Por ello es muy importante conservar la cadena en buen estado, correctamente engrasada y mantener un mínimo control acerca de los kilómetros rodados con ella, además de vigilar un posible estiramiento de los eslabones debido al desgaste por uso de nuestra Mountain Bike.
¿Cómo comprobar el desgaste de la cadena?
Hay muchas y variadas opiniones acerca de los kilómetros recorridos que hay que hacer para cambiar una cadena. Algunos piensan que la cadena debería cambiarse cada 3.000 km. de uso, otros opinan que cada 5.000 km. y los demás creen que la cadena debe cambiarse cada 10.000 km. de uso. La respuesta acertada no es ninguna de ellas, ya que nuestra forma de rodar y el uso que le demos a la bicicleta limitarán en mayor o menor medida el número de kilómetros realizados antes de proceder a cambiar la cadena.
La mejor forma de valorar si una cadena en aparente buen estado necesita cambiarse es mediante el uso de una herramienta especial que mide la distancia entre eslabones de la cadena, mostrándonos con gran exactitud el grado de desgaste que la cadena ha sufrido con el paso del tiempo. Podemos encontrar esta clase de medidor o comprobador de cadena en cualquier establecimiento especializado en ciclismo, por un precio aproximado de 5 o 10 euros.
La forma de usar esta útil herramienta es muy sencilla. Los medidores de cadena son herramientas de precisión que traen normalmente dos caras, una con medida 0.75 y la otra con medida 1.0. Debemos introducir la cara de 0.75 colocando un eslabón en cada una de las puntas del medidor, de manera que se introduzcan en los huecos.
Si el medidor no entra completamente hasta el final es señal de que la cadena todavía se encuentra en buen estado. La cara marcada como 0.75 nos indica que la cadena está estirada a un 75% del límite que normalmente los fabricantes consideran necesario para reemplazar la cadena. Si comprobamos que el medidor entra hasta el final por esa cara, es hora de darle la vuelta y usar la cara marcada con medida 1.0.
La cara marcada como 1.0 indica que la cadena se encuentra estirada al 100% del límite recomendado, por lo que si encontramos que la herramienta se cuela en los eslabones de la cadena, ha llegado la hora de reemplazarla por una nueva. Si por el contrario, las puntas del medidor de cadenas no entran, significa que todavía podemos aprovechar la cadena unos cuantos kilómetros más.
Es muy importante comprobar el desgaste de la cadena cada cierto tiempo, sobretodo si ya la tenemos un poco desgastada. Una cadena en mal estado o excesivamente estirada va gastando los dientes de platos y piñones de la transmisión, agotando también la vida útil de estos componentes. Recordar que no es lo mismo cambiar (y comprar) una simple cadena, que tener que cambiar (y comprar) también los platos y piñones de nuestra bicicleta.