El dolor de rodilla es una de las grandes pesadillas entre los que practican ciclismo, sobre todo porque aparece de forma frecuente y no se puede determinar su origen al no existir o detectarse una lesión previa. Cuando no hay ningún tipo de problema físico en la rodilla y sin embargo el dolor está presente durante o después de salir a pedalear, lo más probable es que el origen del problema sea un sillín mal ajustado en altura.
La altura del sillín es una de las medidas más importantes en el ajuste biomecánico de una bicicleta. De una correcta posición del sillín depende que la acción del pedaleo se realice sin sobrecargas en los músculos y articulaciones implicados en el movimiento. Obviamente, llevar el sillín a una altura incorrecta (ya sea hacia arriba o hacia abajo) respecto a las necesidades físicas de cada ciclista es sinónimo de una pérdida de rendimiento y de la aparición de molestias, siendo lo más frecuente sufrir dolor de rodilla en la parte anterior o posterior.
La forma más precisa para garantizar un ajuste exacto de todas las medidas que necesita cada ciclista en su bicicleta es mediante un estudio biomecánico, pero por suerte existen una serie de indicios que indican que la altura del sillín noes la correcta. Como norma general, tener molestias en la parte anterior (frontal) de la rodilla es debido a un sillín demasiado bajo, mientras que en el caso de sufrir molestias en la parte posterior (trasera) de la rodilla, la causa suele ser un sillín demasiado elevado.
Además de dolor en las rodillas, la forma en que el ciclista se sitúa sobre el sillín también puede ser un indicativo de una mala posición del mismo. Pedalear sentado siempre cerca de la parte trasera del sillín suele ser debido a una altura insuficiente, ya que el ciclista se mueve hacia atrás buscando alejarse de los pedales. Por otro lado, si se pedalea siempre apoyado muy cerca de la punta del sillín, puede que la altura del sillín sea excesiva, ya que el ciclista adelanta su cuerpo de forma natural buscando acercarse a los pedales.