Mecánica

El ajuste óptimo del manillar y el sillín para prevenir el dolor y adormecimiento de manos

La altura y la posición del manillar y el sillín son factores determinantes en la distribución del peso del ciclista sobre la bicicleta.

A pesar de su simplicidad en la práctica, el ciclismo es un deporte que exige un ajuste óptimo de la bicicleta para garantizar comodidad y rendimiento. Uno de los problemas más comunes que enfrentan los ciclistas es el dolor o adormecimiento de las manos durante y después de largas salidas en bici. Estos síntomas, a menudo ignorados, suelen tener su origen en un ajuste incorrecto del manillar y el sillín.

El ajuste óptimo del manillar y el sillín para prevenir el dolor y adormecimiento de manos
Ciclista de montaña. Imagen: Maurice Müller / Pixabay

El manillar y su relación con el dolor de manos

La altura y la posición del manillar son factores determinantes en la distribución del peso del ciclista sobre la bicicleta. Un manillar demasiado bajo puede provocar una excesiva inclinación hacia adelante, lo que transfiere un peso desproporcionado a las manos y muñecas.

Esta presión constante puede llevar al adormecimiento, causado por la compresión de los nervios, particularmente del nervio cubital, que atraviesa la muñeca y la mano. Además, la tensión en los hombros y la parte superior de la espalda también puede contribuir a este malestar.

Para evitar estos problemas, es recomendable ajustar el manillar a una altura que permita una postura más relajada y natural del ciclista. El objetivo es mantener un ángulo adecuado en los codos, generalmente entre 15 y 30 grados, que permita absorber mejor las vibraciones y reducir la presión sobre las manos.

Algunos ciclistas también prefieren elevar ligeramente el manillar o utilizar una potencia más corta para disminuir la distancia entre el sillín y el manillar, logrando así una posición más erguida y cómoda en caso de que la geometría de la bicicleta no proporcione esta postura.

El sillín y su relación con el dolor de manos

El ajuste del sillín no solo afecta la comodidad y la eficiencia en el pedaleo, ya que también influye en la distribución del peso corporal. Un sillín inclinado hacia adelante puede aumentar la presión sobre las manos, puesto que el ciclista tiende a deslizarse hacia adelante, lo que obliga a las manos a soportar más peso.

Este desbalance puede agravar el adormecimiento y el dolor en las manos. Para evitar esto, el sillín debe estar nivelado o con una ligera inclinación hacia abajo, pero no más de 2 a 3 grados. Además, la posición del sillín en relación al eje del pedalier también es muy importante.

Un sillín demasiado adelantado puede provocar una postura demasiado agresiva, aumentando la carga en las manos, mientras que un sillín demasiado retrasado puede llevar a una pérdida de control y estabilidad, también afectando a las manos.

Los ajustes para prevenir el dolor de manos

Para los ciclistas que experimentan dolor o adormecimiento de manos, realizar pequeños ajustes en la altura del manillar y la posición del sillín puede marcar una gran diferencia. Además de estos ajustes, es importante considerar el uso de guantes con acolchado adecuado y cintas de manillar o puños que absorban las vibraciones, así como cambiar la posición de las manos con regularidad durante el recorrido.

La correcta configuración del manillar y el sillín es esencial para evitar el dolor y adormecimiento de manos, un problema que puede convertirse en crónico si no se aborda a tiempo. Ajustar la bicicleta a las necesidades individuales de cada ciclista no solo mejora la comodidad, sino que también optimiza el rendimiento y reduce el riesgo de lesiones a largo plazo.

A modo de resumen rápido, un manillar demasiado bajo puede provocar una excesiva inclinación hacia adelante y, con ello, más presión en las manos. Por otro lado, un sillín demasiado adelantado también puede provocar una postura demasiado agresiva, mientras que si está demasiado retrasado, puede llevar a una pérdida de control y estabilidad.