En el mundo de la biomecánica, el avance del sillín no es otra cosa que la posición del mismo con respecto al eje de pedalier del cuadro de la bicicleta. El centro del sillín puede estar centrado, adelantado o retrasado respecto a la vertical del pedalier, y su ajuste queda determinado por tres factores: el ángulo del tubo del sillín, la forma de la tija (recta o retrasada) y el desplazamiento horizontal del sillín, siendo los dos últimos factores los que se pueden modificar para un ajuste preciso de la posición.
Avance del sillín
Todos los sillines para bicicletas, salvo raras excepciones, cuentan con unos raíles inferiores que permiten cierto rango de ajuste, generalmente de unos 30 milímetros hacia delante o hacia atrás. Desplazando el sillín hacia delante o hacia atrás se modifica el avance del mismo, más adelantado o por el contrario, más retrasado, obteniendo con ello ciertas ventajas e inconvenientes que cada ciclista debe valorar en función de sus necesidades y su forma de rodar:
- Sillín adelantado: al adelantar la posición del sillín, se mejora el control de la bicicleta en los ascensos, pero produce el efecto contrario en descensos. Un sillín adelantado hace que el ciclista cargue más peso en las manos y abre la puerta a problemas tales como adormecimiento de las extremidades, dolor de hombros y sobrecarga muscular en los cuádriceps.
- Sillín retrasado: al retrasar la posición del sillín, se mejora el control de la bicicleta en los descensos, pero produce el efecto contrario en las escaladas. Un sillín retrasado alivia la carga de peso en las manos y brazos del ciclista pero también reduce la eficacia del pedaleo, ya que las piernas ejercen más presión hacia delante que hacia abajo en los pedales.
- Altura y avance del sillín: la altura y el avance del sillín están estrechamente relacionados. A mayor avance, menor altura; a mayor retraso, más altura. Explicado de forma práctica, cada 10 milímetros de desplazamiento del sillín en su plano horizontal suelen equivaler a unos 2 milímetros de altura que hay que ajustar, ya sea hacia arriba o hacia abajo.
¿Qué avance resulta óptimo? Se trata de un ajuste muy personal, aunque como norma general debe ser aquel que impida que las manos, brazos y hombros se sobrecarguen y además permita, en ascensos pronunciados, pedalear aplicando toda la fuerza de los cuádriceps con un control óptimo de la bicicleta. Puesto que sólo un estudio biomecánico puede determinar esta posición con total precisión, el ajuste 'casero' del avance del sillín se realiza por sensaciones, teniendo en cuenta los inconvenientes mencionados acerca de un sillín demasiado adelantado o retrasado.