¿Puede el simple hecho de beber un zumo de remolacha antes de una carrera conseguir que un ciclista ruede más rápido? Un estudio reciente publicado en la Wiley Online Library sugiere que la suplementación con nitrato dietético aumenta la biodisponibilidad del óxido nítrico y puede mejorar el rendimiento del ejercicio al aumentar la fuerza muscular.
Nitrato dietético para un mayor rendimiento muscular
Los nitratos son nutrientes que se encuentran naturalmente en alimentos como las verduras, frutas, carnes (especialmente las procesadas) y los pescados. Se trato de un metabolito del óxido nítrico, un gas que tiene como función regular diferentes actividades en el cuerpo humano, entre ellas la vasodilatación que permite aumentar el flujo sanguíneo hacia el músculo.
Los nitratos son especialmente importantes para el sistema músculo esquelético del cuerpo, ya que los músculos recurren a ellos cuando son sometidos a contracciones repetitivas en actividades como pueden ser el levantamiento de pesas en un gimnasio o la acción de pedaleo sobre una bicicleta.
Los nitratos dietéticos son aquellos que se pueden encontrar en los alimentos, destacando entre estos las verduras de hoja verde como la lechuga, rúcula y espinacas, la zanahoria, y la remolacha. Esta última tomada en forma de zumo es uno de los métodos más extendidos en la mayoría de estudios que miden los efectos del consumo de nitratos naturales.
En el estudio en cuestión que se menciona al principio de este artículo, un grupo de investigadores ha evaluado cómo afecta la ingesta de nitratos en una prueba que medía la fuerza de los cuádriceps. Realizado sobre 10 voluntarios sanos que tomaron 12.8 mmol de nitrato de potasio (zumo de remolacha) o un placebo, la investigación ha revelado que el sistema músculo esquelético absorbe rápidamente el nitrato procedente de la dieta, aumentando la fuerza muscular.
Además de una mayor fuerza muscular, otros estudios ya han demostrado que la ingesta de nitratos aumenta la resistencia muscular y mejora las propiedades contráctiles de los músculos. El estudio más reciente sugiere además que la suplementación con nitrato dietético está asociada a una mayor producción de fuerza durante el ejercicio en las contracciones musculares intermitentes máximas.
Cómo preparar zumo de remolacha
Puesto que estudios científicos hay muchos y al final cada cuerpo es único, la mejor manera de comprobar los efectos del zumo de remolacha es probarlo uno mismo, ya que no tiene ningún tipo de contraindicación salvo que se tenga alguna alergia alimentaria. La remolacha es un producto económico muy fácil de conseguir, y elaborar un zumo con ella no reporta ninguna dificultad.
Aunque en Internet se pueden encontrar cientos de recetas de zumo de remolacha, en esta ocasión nos centramos en un preparado básico muy sencillo. Los ingredientes necesarios son dos remolachas de tamaño mediano, el zumo de medio limón, agua y azúcar o edulcorante al gusto.
El proceso de elaboración de este zumo comienza limpiando bien las dos remolachas para posteriormente pelarlas pro completo retirando también la punta de la raíz. Después, se corta a trozos pequeños en forma de cubo y se añaden al cubo de una licuadora o batidora junto con un vaso o taza de agua fría.
Una vez con el agua y los trozos de remolacha a punto para triturar, se añade el zumo de medio limón y se tritura o licua hasta que quede todo completamente triturado e integrado. En este paso, se puede añadir más agua en caso de que el zumo esté demasiado espeso hasta obtener la densidad justa. Por último, se añade azúcar o edulcorante al gusto.
La mejor forma de tomar este saludable zumo de remolacha para disfrutar de sus beneficios y aumentar la fuerza y resistencia muscular es hacerlo entre 60 y 30 minutos antes de entrenar o competir. Igual que sucede cuando se prueban marcas nuevas de geles o barritas, lo ideal es tomar el zumo días antes de una carrera para ver cómo responde el cuerpo y evitar que, en el día clave, haya que visitar un lavabo con urgencia.