La quinta edición del festival Sea Otter Europe Costa Brava-Girona Bike Show ha cerrado sus puertas habiendo superado de largo las mejores previsiones de la organización. Cerca de 45.000 personas visitaron durante tres días el recinto del festival en un fin de semana excepcional para Girona y la Costa Brava, que se han impregnado de ciclismo gracias al gran volumen de visitantes, expositores de todo el mundo y un completo calendario de pruebas de todas las modalidades.
La ampliación del conjunto de espacios, sumada a la distancia aplicada entre expositores y la reserva de entradas para los visitantes, ha servido para mantener controlado el aforo en la zona expo y las áreas de carreras, y ha permitido mantener un contacto directo entre los visitantes y las más de 240 marcas que han apostado por estar en el Sea Otter Europe. Para la mayoría de ellas éste se ha convertido en el escenario de la recuperación de su actividad de cara al público, después de un año y medio de pandemia que había obligado a cancelar la mayoría de grandes ferias sectoriales en todo el mundo.
También ha estado a un gran nivel la respuesta al calendario competitivo, con cerca de 4.000 ciclistas que han obligado a colgar el cartel de completo en la quincena de carreras organizadas, tanto para deportistas aficionados como las que han permitido ver en acción a campeones del mundo, medallistas olímpicos y deportistas de élite, masculinos y femeninos, de todas las disciplinas ciclistas.
Y un año más el Demobike se ha mostrado como una de las propuestas más atractivas de Sea Otter Europe. Las 20 marcas que han participado han hecho salir varias veces todos los modelos que se ofrecían, y se muestran muy satisfechas del retorno que han tenido por parte de los clientes que han podido probar de primera mano la que pronto se podría convertir en su nueva bici.
Este balance tan positivo es especialmente bien valorado después de la pandemia por la Covid-19, que el año pasado obligó a cancelar la zona expo del festival y sólo se pudieron disputar algunas carreras del programa. A pesar de la incertidumbre general que había, la mejora de la situación sanitaria ha permitido la llegada de expositores de más de 15 países y ciclistas de 45 nacionalidades, que han puesto de manifiesto la magnitud de un evento que ha convertido en el escaparate mundial del ciclismo en Girona y la Costa Brava.