Para muchos ciclistas, las subidas son la parte más importante de una ruta en bicicleta. Para otros, se trata de los tramos que más se atragantan: auténticas pesadillas empinadas muy difíciles de afrontar. Ya sea para disfrutar después de un divertido descenso a toda velocidad, para entrenar las piernas de un modo más efectivo, o simplemente para disfrutar de las vistas de la cima, las subidas son una parte indispensable de cualquier ruta. ¿Cómo se puede mejorar en las subidas de forma rápida y sencilla? De tres maneras distintas que, combinadas, potencian el rendimiento cuesta arriba en un corto espacio de tiempo.
¿Cómo mejorar en los ascensos?
El primer método para mejorar en las subidas es aplicable a la forma de rodar en llano. Para potenciar la resistencia muscular de las piernas, lo más sencillo es hacer uso de un desarrollo más duro de lo habitual, por ejemplo engranando uno o dos piñones más grandes de lo acostumbrado. Se trata de salir de la zona de confort habitual para forzar un aumento de rendimiento, perfectamente válido para cualquier ruta y escalable a lo largo del tiempo hasta lograr rodar en llano con la misma cadencia de siempre, pero con un par de piñones más de por medio.
El segundo método es lógico: para mejorar el rendimiento en los ascensos, hay que subir más. ¿Cómo se puede conseguir esto de forma no traumática? Fijando un objetivo semanal o mensual condicionado por un mayor desnivel positivo acumulado en ese período de tiempo. Es decir, si un ciclista suele acumular 2.000 metros de desnivel positivo en una semana, la mejor manera de mejorar en las subidas es elevar el objetivo a unos 2.500 metros de desnivel positivo, ya sea entrenando un día más o repitiendo algún ascenso presente en las rutas realizadas.
El tercer método a seguir para potenciar el rendimiento en los ascensos es, desgraciadamente, perder los kilos que sobran. A la hora de ascender sobre una bicicleta, el esfuerzo realizado es proporcional al peso que debe desplazar el ciclista cuesta arriba, por lo que a menos peso, menos esfuerzo. Ni que decir tiene que un ciclista con sobrepeso no puede exprimir al 100% el rendimiento ofrecido por una bicicleta ultraligera, del mismo modo que un ciclista en su peso ideal tampoco puede lograr el máximo rendimiento si hace uso de una bicicleta muy pesada. Del peso de ambos factores, depende la mejora en las subidas.