El pasado año, un ciclista de 38 años de edad y vecino de Vigo, en la provincia gallega de Pontevedra, quedó postrado en una silla de ruedas tras impactar con una piedra de grandes dimensiones colocada 'estratégicamente' en un sendero muy popular entre los ciclistas de montaña de la zona. Lejos de tratarse de un caso aislado, tanto la provincia de Pontevedra como otros puntos de Galicia (y del resto de la península) han sido protagonistas de innumerables denuncias por la aparición de todo tipo de trampas para ciclistas y senderistas.
Maderas con clavos enterradas en los caminos, cables de acero cruzados de árbol a árbol, rocas y troncos obstaculizando los senderos e incluso estacas afiladas semienterradas en el suelo son sólo algunas de las trampas denunciadas en los montes de Galicia. Unos actos delictivos que, en lugar de mantenerse aislados, cada vez son más frecuentes en distintos puntos de la geografía española y que incluso ya se han cobrado la vida de un ciclista. Por suerte para nosotros y para otros usuarios del monte, la Fiscal General del Estado ha incluido dichas trampas en la última Memoria de la Fiscalía General por su alarmante crecimiento:
"También de la Fiscalía de Pontevedra por comportamientos que comienzan a extenderse consistentes en crear obstáculos en la calzada para impedir a los ciclistas la circulación y acceso a determinados lugares, siendo sujetos activos comunidades vecinales de utilización de montes y espacios de uso común o encargados o titulares de aprovechamientos de caza. El Fiscal de Sala, dando las instrucciones oportunas realiza seguimiento de la investigación de estos hechos que generan grave riesgo para los ciclistas".
La cita en cuestión puede encontrarse en el apartado 5.6.7 del capítulo III de la Memoria (Seguridad Vial), referido como la Creación de un grave riesgo para la circulación. La propia Fiscalía manifiesta que tanto "las comunidades vecinales de montes como los titulares de aprovechamientos de caza" podrían ser los sujetos activos a tener en cuenta como responsables de estas atrocidades. De una manera o de otra, el otoño ya está aquí y ciclistas, senderistas, recogedores de setas y cazadores tienen una cita ineludible con la montaña. Precaución en el monte, queridos ciclistas.
Más información | Memoria de la Fiscalía General del Estado