La que fuera una de las cadenas de tiendas de ciclismo de referencia en toda el área de Barcelona, la empresa familiar Tomás Domingo, afronta una de las peores épocas de su historia. Según ha publicado el medio Expansión, Tomás Domingo ha entrado en concurso de acreedores tras ver reducidos sus ingresos netos en el último ejercicio fiscal, no sin antes haber cerrado 2 de sus 3 tiendas a finales de 2018 con el objetivo de priorizar su actividad en un único punto de venta.
Tomás Domingo logró convertirse en una de las tiendas de bicicletas de referencia en la capital catalana con un establecimiento de 1.400 metros cuadrados de superficie situado en la calle Roger de Llúria, muy cerca de la Avenida Diagonal. En 2012 y fruto de este éxito, la empresa abrió una nueva tienda en el centro comercial Les Salines de Sant Boi de Llobregat para, a principios de 2017, abrir Doménica, la primera tienda de ciclismo de España dirigida exclusivamente al sector femenino, también ubicada en el centro de Barcelona.
Desgraciadamente, los responsables de Tomás Domingo se vieron obligados a cerrar la tienda de Sant Boi de Llobregat en diciembre de 2018, además de echar la persiana a la tienda de Doménica para trasladarla a su principal local comercial a modo de sección. Pese a estos cambios en su estrategia de negocio, la empresa no ha conseguido remontar unos resultados económicos con tendencia a la baja, entrando finalmente en concurso de acreedores.
¿Qué es un concurso de acreedores? Se trata de un procedimiento legal que se inicia cuando una persona física o jurídica entra en una situación de insolvencia o pre-insolvencia en la que no puede hacer frente a la totalidad de los pagos que adeuda. El concurso de acreedores abarca las situaciones de quiebra y las de suspensión de pagos, y su objetivo único y absoluto es la conservación del patrimonio para evitar a toda costa la desaparición de los negocios.