Portugal, el país que comparte una frontera con España de nada menos que 1.214 km de longitud, ha sido el primer país de la Unión Europea que baja el IVA de la compra y reparación de bicicletas, pasando del 23% al 6%. Aunque esto es una excelente noticia para los ciclistas portugueses, también puede desencadenar una fuga de compradores españoles hacia el país vecino.
IVA del 6% en la compra y reparación de bicicletas
Esta rebaja del IVA en la compra y reparación de bicicletas se produce pocos días después de que el Ministerio de Hacienda del Gobierno de España rechazase la enmienda impulsada por AMBE y ConBici para la aplicación de un IVA reducido en la industria ciclista, dejando a las asociaciones, organismos y empresas del sector completamente decepcionados.
A finales de 2021, el Consejo de Ministros de Hacienda de la Unión Europea aprobó por unanimidad (con el voto favorable de España) la inclusión de la venta, alquiler y reparación de bicicletas en el anexo III de la Directiva del IVA que faculta a los estados miembros a aplicar un tipo de IVA reducido a estas actividades bajo el argumento de su contribución a la mejora del medio ambiente y de la salud pública.
Pese a ello, el Gobierno de España ha rechazado la propuesta y, lo que es peor aún, ni siquiera ha propuesto ningún incentivo fiscal concreto para fomentar el uso de las bicicletas como una mejor alternativa para la movilidad sostenible. Portugal sí que lo ha hecho, reduciendo del 23% al 6% este impuesto, situándose a la cabeza de Europa con una política económica favorable hacia las bicicletas.
El principal problema que plantea la reducción del IVA en Portugal es que pueda haber una fuga de compradores españoles hacia el país vecino, sobre todo en el caso de bicicletas eléctricas o modelos tope de gama con un precio elevado que con la reducción del IVA sea mucho más asequible en Portugal.
Otro problema añadido es para todas esas tiendas de bicicletas situadas cerca de la frontera con Portugal, ya que sin duda van a perder un buen número de posibles clientes que buscarán un mejor precio al otro lado de la frontera. Y eso sin tener en cuenta todas aquellas tiendas portuguesas de bicicletas que también tenga comercio online, ya que el problema se traslada a todo el territorio español.
Para Jesús Freire, secretario general de AMBE, la situación es bastante preocupante: Que nuestro país vecino, con el que compartimos una frontera de 1.200 kilómetros reduzca el IVA de las bicicletas al 6% tiene un gran riesgo. Genera una competencia enorme. ¿Quién va a comprar una bicicleta en una tienda de toda la frontera? Es urgente una solución para no poner en riesgo más de 360 empresas más de 3000 pequeñas y medianas empresas y 25.000 empleos directos que representa este sector en España
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