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¿Por qué me encuentro mal después de salir en bici? La ventana inmunológica tiene la culpa

Esta bajada de defensas se denomina ventana inmunológica, un estado de inmunodepresión que suele originarse tras haber realizado una actividad física intensa y de larga duración.

Un entrenamiento intenso y prolongado sobre la bicicleta produce una serie de daños musculares (lo que se conoce como microrroturas del músculo) que tienen que ser reparados por el organismo durante un período comprendido entre las 2 y 72 horas posteriores al ejercicio. Cuando el esfuerzo ha sido muy intenso, el cuerpo utiliza demasiados recursos para reparar los tejidos dañados, produciéndose una bajada de defensas que, como norma general, suele afectar a las vías respiratorias superiores.

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Vaso con zumo de naranja. ©Steve Buissinne/Pixabay

La ventana inmunológica

El tiempo que dura esta bajada de defensas se denomina ventana inmunológica, un estado de inmunodepresión que suele originarse tras haber realizado una actividad física intensa y de larga duración o cuando algún tipo de infección ya está afectando al organismo. Tras las dos primeras horas siguientes al entrenamiento y durante un período aproximado de 70 horas más, la nutrición juega un papel fundamental a la hora de reponer los depósitos de glucógeno y de reforzar el sistema inmunológico para evitar los típicos resfriados y otras infecciones similares.

La mejor manera de conseguir que la ventana inmunológica esté abierta el menor tiempo posible es a través de la alimentación. Hay que cuidar la ingesta posentreno procurando consumir carbohidratos, alimentos ricos en antioxidantes e incluso valorar una posible suplementación con algún multivitamínico. De este modo, se favorece la prevención de resfriados y otras enfermedades relacionadas con las vías respiratorias al disminuir el tiempo de estado de inmunodepresión del organismo.

La ventana de la oportunidad

Sabiendo que la nutrición es clave para reducir el tiempo de la ventana inmunológica, es de vital importancia conocer cuándo es el mejor momento para ingerir los alimentos y suplementos adecuados. Aquí entra en juego lo que se conoce como ventana de la oportunidad o ventana metabólica, que es el tiempo en el que el ritmo de llenado de los depósitos de glucógeno y de la asimilación de nutrientes por parte del organismo se encuentra en su mayor efectividad.

La ventana de la oportunidad o tiempo óptimo de recarga de glucógeno comprende más o menos las dos primeras horas siguientes al entrenamiento. Después de estas dos primeras horas y durante las cuatro horas siguientes, los depósitos de glucógeno se recargan más lentamente, aunque todavía a un mayor ritmo de lo que sería normal. Solamente tras seis horas después de haber finalizado el ejercicio físico, el organismo vuelve a recargar los depósitos de glucógeno a un ritmo considerado normal.