Gary Ryan es un ciclista australiano que se ha convertido de la noche a la mañana en el protagonista de un titular que ha ocupado la portada de un buen número de medios informativos. Gary, de 79 años y residente en la localidad de Adelaida, salió a pedalear por las colinas de Corkscrew Road el lunes 14 de enero por la mañana cuando, a eso de las 8:30, la batería de litio instalada en su bicicleta de carretera convertida a eléctrica explotó.
Según informa la cadena de televisión australiana 9News, Gary Ryan rodaba en compañía de otros amigos cuando tuvo lugar la explosión de su bicicleta: "Al subir la colina, mi bicicleta eléctrica se incendió y la tiré al suelo", declaró el ciclista a la cadena. Gary tuvo el tiempo justo de apartarse de la bicicleta, aunque ello no impidió que sus pantalones también comenzaran a arder.
Al parecer, el ciclista australiano rodaba sobre una Pinarello Dogma F8 de carretera a la que recientemente le habían instalado un kit eléctrico compuesto por un motor trasero de buje con su correspondiente batería. Un fallo eléctrico en la batería originó el incendio de la misma, que se agravó cuando los cartuchos de CO2 que Gary Ryan llevaba en la bici para reparar un posible pinchazo también explotaron.
Los servicios de emergencia se desplazaron rápidamente hasta el lugar de los hechos logrando apagar el incendio provocado por la batería instalada en la bici de Gary, cuyas llamas se habían extendido en un radio de 30 metros debido al matorral seco presente en la zona por las altas temperaturas que reinan en el país, de aproximadamente 40ºC. El ciclista fue trasladado al Royal Hospital de Adelaida, aunque sin lesiones graves de ningún tipo. La bicicleta, con cuadro de carbono, quedó completamente destruida.