Un hombre de 31 años, vecino del concejo asturiano de Villaviciosa (España), fue denunciado por la Guardia Civil el día 14 de noviembre de 2017 cuando circulaba sobre su bicicleta en estado de embriaguez por un tramo de la carretera N-632. La sorpresa de los agentes de la autoridad llegó cuando, al dar el alto al ciclista en cuestión, descubrieron que además de circular borracho, llevaba dos botellas de litro y medio de vino amarradas a la bicicleta, como si de un meme humorístico se tratase.
Los hechos sucedieron cuando varios conductores alertaron a la Guardia Civil de la presencia de un ciclista haciendo eses en la carretera. Los agentes desplazados hasta el lugar comprobaron in situ que el denunciado circulaba de forma errática por la parte interna del carril derecho de la vía acercándose peligrosamente al carril contrario, poniendo en peligro tanto su propia seguridad como la del resto de conductores.
Según declaró el ciclista denunciado a los agentes de la Guardia Civil, las botellas de vino eran para "saciar la sed a lo largo del trayecto". Las pruebas de alcoholemia realizadas por las autoridades al feliz ciclista arrojaron un resultado de 0.51 y 0.48 mg/l en aire espirado, el doble de lo permitido, por lo que se procedió a denunciar al ciclista porsuperar la tasa de alcoholemia permitida, que no es otra que 0.25 mg/l en aire espirado.