No es ningún secreto que las bicicletas son muy populares en Países Bajos, hasta el punto de que han llegado a convertirse en un problema debido al alto número de bicis que el país tiene en sus calles. De hecho, se calcula que en Holanda, con aproximadamente 18 millones de habitantes, hay 24 millones de bicicletas, lo que equivale a una media de tres bicis por familia.
Ámsterdam, la capital de las bicis
La capital de Países Bajos, Ámsterdam, es una de las ciudades del mundo con más bicicletas aparcadas en sus calles. Y es que las estadísticas no engañan: hay unas 840.000 bicicletas por sus 850.000 habitantes, que básicamente es lo mismo que decir que cada persona residente en Ámsterdam tiene una bici.
Ante esta ingente cantidad de bicicletas circulando por sus calles y, sobre todo, aparcando, las autoridades de la capital se han encontrado con un problema grave: miles y miles de bicis saturando los parkings públicos y alrededores, comiéndose un espacio que también podrían aprovechar los peatones, los turistas y las personas con movilidad reducida.
La solución que han llevado a cabo en Ámsterdam para reducir el número de bicicletas en sus calles es tan útil como espectacular. Se trata de un proyecto que ha necesitado cuatro años de desarrollo y una inversión de 60 millones de euros para poderse llevar a cabo, y que finalmente ve la luz: un parking público bajo el agua con capacidad para unas 7.000 bicicletas.
Como no podía ser de otra forma, este gigantesco parking se ha construido frente a la estación central de la capital, aprovechando los famosos canales de la ciudad. Muchos ciclistas usan este precioso espacio público para andar en bicicleta y estacionar. El municipio optó por facilitar el estacionamiento subterráneo de bicicletas (en este caso, bajo el agua) para devolver el espacio público a peatones, turistas y personas con discapacidad
, explica Pieter Visser, director del proyecto.
De grootste fietsenstalling van onze stad opent eind januari de deuren. Om de stalling te bouwen moest het water worden weggepompt uit het Open Havenfront. Bekijk jaar werk in 60 seconden. pic.twitter.com/J1GJM6PYmZ
— Gemeente Amsterdam (@AmsterdamNL) January 13, 2023
Hay que recalcar que en Ámsterdam, y en todo Países Bajos en general, la población está más que habituada a desplazarse en bici y luego en tren. Los habitantes acuden en bicicleta a la estación central y la aparcan, cogen el tren hasta su destino y, una vez allí, muchos recogen en otro aparcamiento su segunda bicicleta para desplazarse al trabajo o la universidad.
El nuevo parking bajo el agua de Ámsterdam, recién inaugurado, es de carácter público y gratuito durante las primeras 24 horas. Fuera de este plazo, los ciclistas tienen que pagar 1,35€ por cada día que su bicicleta permanezca aparcada. La instalación cuenta con un sistema de luces rojas y verdes que indican las plazas libres disponibles, y en breve se pondrá en marcha un sistema global que mostrará qué parking de bicicletas tiene espacio y cuántas plazas están libres.