Mantener una correcta hidratación es fundamental para mantener un estado de salud óptimo y un buen rendimiento en el ejercicio físico. Para ello, no sólo el agua que bebemos nos va a ayudar a conseguir una buena hidratación, sino que también el agua que comemos, ya que entre un 25 y un 30% del total de líquidos que ingerimos cada día deriva de los alimentos de nuestra dieta.
Con la llegada del calor, nuestro cuerpo demanda más líquidos y por eso en este artículo descubrirás las principales fuentes de agua en el mundo de los alimentos, de manera que aprenderemos a priorizar su consumo en esta época del año en que las pérdidas de agua son superiores en nuestro organismo.
Alimentos líquidos
Los alimentos líquidos son los que mayor porcentaje de agua ofrecen, y entre ellos destacan:
1. Infusiones, cafés, refrescos light, sopas a base de agua, zumos de vegetales, bebidas deportivas, vino, cerveza y limonada que contienen entre un 90 y 95% de agua.
2. Leche, refrescos azucarados, zumos de frutas, bebidas a base de fruta y sopas a base de leche que poseen entre un 85 y 90% de agua.
3. Bebidas destiladas que poseen entre un 60 y 70% de agua (no licores ni cremas).
Alimentos sólidos
Entre los alimentos sólidos, los que contribuyen a incorporar más agua al organismo son las frutas y verduras frescas, entre ellas:
1. Tomate, pepino, brócoli, melón, apio, fresa, sandía y lechuga que poseen entre un 90 y 98% de agua.
2. Pomelo, uva, melocotón, pera, naranja, manzana, zanahoria, calabaza y cebolla que poseen entre un 80 y 90% de agua.
3. Plátano, patatas y maiz que poseen entre un 70 y 80% de agua.
Resto de alimentos
Entre el resto de alimentos que incluimos habitualmente en nuestra dieta, también existen algunos que pueden aportarnos una fuente extra de agua:
1. Quesos frescos, yogurt, flan, pescados y mariscos que poseen entre un 70 y 80% de agua.
2. Huevos frescos, que poseen alrededor de un 70% de agua.
3. Arroz, pasta y otros cereales ya cocidos que absorven agua durante la cocción, y aportan entre un 60 y 80% de agua.
4. Helados, que poseen un promedio de 66% de agua.
5. Carnes magras de cerdo, pollo, cordero, ternera y pavo que durante la cocción pierden agua poseen en promedio un 60% de agua.
6. Quesos semicurados y curados que poseen entre un 40 y 50% de agua.
7. Pan, que nos aporta entre un 30 y 45% de agua.
8. Galletas y cereales para desayuno, que solamente aportan entre un 2 y 3% de agua.
Si conocemos el aporte de agua de estos alimentos y sabiendo que el clima más cálido conlleva a un consumo de agua más elevado, podemos ayudar a cubrir los requerimientos de nuestro organismo y mantener una buena hidratación incrementando y haciendo uso de el agua que comemos con los alimentos. De esta manera, nos mantendremos bien hidratados y frescos este verano.
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