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Los mejores consejos para aliviar el dolor producido por el sillín de la bicicleta

El dolor producido por el sillín de la bicicleta, ese insoportable malestar de culo que trae de cabeza a un gran número de ciclistas, puede tener solución.

El dolor producido por el sillín de la bicicleta, ese insoportable malestar de culo que trae de cabeza a un gran número de ciclistas, puede tener solución. Factores como el modelo de sillín montado, el culotte usado, la posición de conducción, el ajuste de la altura del sillín y su inclinación son las claves para aliviar o incluso hacer desaparecer las molestias en esta zona tan sensible del cuerpo.

En TodoMountainBike: Los mejores consejos para aliviar el dolor producido por el sillín de la bicicleta
Radiografía de una bicicleta de montaña. Foto: PIRO4D

El sillín y su ajuste

El sillín es el componente más importante que hay que revisar cuando se siente dolor tras estar cierto tiempo pedaleando encima de la bici. En el mercado existe una gran variedad de modelos y marcas de todos los tamaños y formas, ya sean más largos o cortos, más anchos o estrechos, más blandos o duros o con o sin canal central abierto.

La clave del sillín ideal es encontrar un modelo cuyo ancho sea equivalente al ancho de los huesos isquiones del ciclista, que no son otro cosa que los huesos que forman la parte más baja de la pelvis. Estos huesos deben asentarse perfectamente en la parte trasera del sillín y, para ello, es fundamental utilizar un modelo cuyo ancho permita dicho apoyo.

El ajuste de la altura del sillín también es fundamental para poder rodar sin dolor durante muchas horas. Un sillín demasiado elevado hace que el ciclista rote en exceso su pelvis y pierda el apoyo de algún isquión. Por otro lado, al llevar el sillín demasiado alto el ciclista también tiende a desplazar su apoyo hacia la parte delantera del asiento, apoyándose de este modo sobre las partes blandas y no sobre los huesos de la pelvis.

La inclinación del sillín es otro ajuste que hay que revisar, ya que de ello depende la posición que el ciclista adopta sobre la bicicleta. Un sillín con la punta demasiado inclinada hacia abajo hace que el ciclista se desplace hacia delante y termine apoyándose sobre las partes blandas, mientras que un sillín con la punta demasiado elevada también puede causar dolor y adormecimiento en la zona de los genitales. La norma general es llevar el sillín completamente recto y jugar con la altura y el avance o retroceso del mismo.

El culotte y la posición de pedaleo

Aparte del sillín, el culotte es una prenda diseñada para ofrecer un soporte óptimo de la musculatura de las piernas y lograr una conexión más cómoda entre el ciclista y su bicicleta gracias a la badana. Como sucede con los sillines, hay badanas de muchas clases y diseños, siendo el aspecto más importante el elegir una cuya parte trasera tenga un buen acolchado para evitar molestias en la zona de apoyo de los huesos isquiones. Por supuesto, el culotte debe tener la talla correcta, ni demasiado estrecho ni demasiado suelto, para conseguir sacarle todo su rendimiento.

Por último, cambiar de posición de vez en cuando cuando se rueda en bicicleta ayuda a aliviar la presión en la zona perineal y retrasa la aparición del dolor. Lo mejor es cambiar a un desarrollo más duro cuando se empiezan a notar molestias para pedalear unos cuantos minutos de pie, aliviando así la presión. Además, gracias a este cambio de postura también se consigue poner a trabajar otros grupos musculares de las piernas, reduciendo la fatiga de los principales músculos implicados durante el pedaleo sentado.