Dentro del territorio español, Galicia es una de las comunidades más castigadas por la nueva 'moda' de poner trampas para ciclistas en el monte. Tal es así que incluso la Fiscal General del Estado, Consuelo Madrigal, incluyó en la última Memoria de la Fiscalía General un apartado dirigido a la Fiscalía de Pontevedra instando a investigar y ejecutar acciones ante "comportamientos que comienzan a extenderse consistentes en crear obstáculos en la calzada para impedir a los ciclistas la circulación y el acceso a determinados lugares".
Apenas unas semanas después, la Fiscalía de Pontevedra ya ha tomado cartas en el asunto. Juan Carlos Aladro, Fiscal Jefe de Pontevedra, ha advertido que los autores de dichas trampas serán imputados por delitos de homicidio doloso o incluso asesinato (ya sea en grado de tentativa o consumado), según sean las pruebas recavadas por la investigación, aplicando el máximo rigor del Código Penal. Juan Carlos Aladro mantiene que se trata de hechos que tienen una entidad lo suficientemente grave como para que la Fiscalía Provincial haya cursado instrucciones oportunas a los cuerpos y fuerzas de seguridad en relación a los mismos, así como un seguimiento de las investigaciones por parte del ministerio público pontevedrés.
Cables de acero cruzados de árbol a árbol, rocas y troncos obstaculizando los senderos, maderas con clavos colocadas en mitad de los caminos e incluso estacas afiladas semienterradas en el suelo son sólo algunas de las trampas denunciadas por los ciclistas de Galicia. Tal y como contempla el fiscal de Pontevedra, este tipo de actos no sólo va destinado a impedir el paso a los ciclistas. Una estaca de madera afilada o un cable colocado a la altura del cuello son trampas con una finalidad mucho más oscura, por lo que sus autores deben ser castigados con el máximo rigor del Código Penal. Precaución en el monte, queridos ciclistas.