Mavic, la famosa marca francesa de componentes para bicicletas y accesorios para ciclistas, ha sido declarada en quiebra después de que Amer Sports, dueño de la empresa, la vendiera supuestamente al grupo de inversión Regent durante el mes de julio del año pasado. En lo que parece ser una operación de compra fraudulenta, la justicia francesa ha tomado cartas en el asunto y ha situado a Mavic en administración judicial tras la petición de suspensión de pagos por parte de esta.
Para entender un poco la caótica situación de la marca francesa, hay que remontarse hasta mediados de 2018, cuando Amer Sports Corporation anunció su intención de vender las empresas Mavic y ENVE debido a una reestructuración de su modelo de negocio propiciada por los escasos beneficios reportados por las dos firmas ciclistas. Regent, una empresa de capital privado con sede en Estados Unidos, se interesó en comprar Mavic, iniciando un proceso de transacción cuya transferencia de propiedad culminó el segundo trimestre de 2019.
En julio de 2019, Mavic pasó a ser (supuestamente) propiedad de Regent, una entidad de capital privado que se dedica a innovar y transformar negocios a través de diversas industrias, incluyendo tecnología, productos de consumo, comercio minorista, procesos industriales, medios de comunicación y entretenimiento. Sin embargo, ahora ha salido a la luz que, desde febrero de este año, Mavic ha sido propiedad M Sports International LLC, una desconocida empresa con sede en Delaware sin ninguna vinculación con Regent.
Según fuentes del Tribunal de Comercio de Grenoble, los representantes de Mavic se enteraron de que, contrariamente a lo que se había anunciado públicamente, Amer Sports no había vendido su negocio a Regent LP, sino a M Sports, con sede en Delaware (EE.UU), sin ningún vínculo de capital con el fondo de inversión. Otro apunte importante es que el presidente de Mavic, Gary Bryant, renunció el mismo día en que M Sports tomó el control y fue reemplazado por un representante de By Saving, una empresa auditora de actividad también dudosa.
Por el momento, las autoridades francesas han situado a Mavic en administración judicial después de que el pasado 24 de abril la marca francesa presentara una solicitud de suspensión de pagos. El tribunal ha otorgado un período de observación de seis meses durante el cual Mavic continuará con su actividad bajo la supervisión de los administradores del tribunal y se valorarán las posibles ofertas de nuevos socios para intentar establecer una futura estrategia industrial y comercial sostenible, garantizando con ello el futuro de una de las marcas más importantes de la industria ciclista.