Si circular por una carretera española con una bicicleta ya supone un peligro muy real, hacerlo rodeado de conductores borrachos y drogados se convierte prácticamente en un suicidio. Obviamente, ningún ciclista en su sano juicio saldría a pedalear en semejantes condiciones, pero lo cierto es que, según los últimos datos publicados por la DGT (Dirección General de Tráfico), más de 300 conductores al día fueron detectados con positivo en alcohol y drogas en solo una semana de control más exhaustivo con motivo de las fiestas de Navidad.
En concreto, la DGT apunta que en el mes de diciembre de 2017, durante una semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizaron 3.185 pruebas de detección de drogas a conductores que presentaron síntomas de haber ingerido alguna sustancia, cometieron alguna infracción o se vieron implicados en un accidente. De entre estos conductores sometidos al test salival para comprobar la presencia en el organismo de drogas, 816 resultaron positivas, el 26% del total. Entre las drogas más consumidas encabezó la lista el cannabis (569 casos), la cocaína (341 casos), las anfetaminas (81 casos) y las metanfetaminas (73 casos).
En lo referente al alcohol, se realizaron 122.874 controles de alcoholemia con un resultado de 1.347 conductores con positivo y, de ellos, 1.162 detectados en controles preventivos, 60 tras haber cometido una infracción, otros 117 por estar implicados en un accidente y 8 más por presentar síntomas evidentes de conducir bajo la influencia de alcohol. Sumando los positivos por drogas (816) y alcohol (1.347), un total de 2.163 conductores borrachos o drogados fueron cazados circulando por la carretera en solo una semana de control, lo que arroja un resultado cuanto menos preocupante: más de 300 conductores al día con positivo en alcohol y drogas, y eso teniendo en cuenta solo los que son detectados.