Corría el año 2012 cuando Anna Haupt y Terese Alstin, dos antiguas estudiantes suecas de diseño, idearon como proyecto de final de curso un curioso airbag con forma de collar diseñado específicamente para ciclistas, con tanto éxito que aquel mismo año lo comercializaron montando su propia empresa denominada Hövding.
Con el diseño del casco invisible Hövding (cacique en sueco), estas dos emprendedoras suecas se marcaron como objetivo el aumentar la seguridad de los usuarios de bicicletas. Sin embargo, según sus propias declaraciones, no trataron de sustituir los cascos clásicos de toda la vida, sino que ofrecieron una alternativa muy interesante para todas aquellas personas que prefieren circular en ciudad sin nada puesto sobre la cabeza.
Redes sociales y fallos puntuales, los causantes del cierre de la empresa
El casco invisible Hövding es un airbag especialmente diseñado para circular en bicicleta y proteger la cabeza en caso de accidente. Cuando el airbag está cerrado o inactivo, tiene forma de colllarín que va situado alrededor del cuello y se activa mediante una serie de sensores y acelerómetros cuando detecta un movimiento brusco o choque.
Anna Haupt y Terese Alstin estudiaron minuciosamente (durante siete largos años) los patrones de movimiento típicos ocurridos en un accidente de bicicleta, además de contactar con diferentes especialistas en traumas de la cabeza, hasta conseguir el diseño y funcionamiento adecuados del airbag Hövding.
Desde el lanzamiento de la empresa y hasta día de hoy, Hövding fue lanzando distintas versiones de su sistema de airbag que, aunque no tenía un precio precisamente económico, sí que al menos se iba vendiendo en la cantidad suficiente como para mantener la empresa a flote.
Sin embargo, algunos fallos de funcionamiento denunciados por varios usuarios a lo largo de la trayectoria de la empresa sueca y, como cabe esperar, el daño que hacen las redes sociales cuando se publican cosas de este tipo, han terminado por llevar a la bancarrota a Hövding.
El detonante de este trágico final fue un vídeo publicado por un usuario donde se puede ver como el Hövding 3, la última versión del sistema de airbag de la empresa, se activa por sí solo mientras la persona se pone una simple chaqueta. Esta denuncia llevó a la Agencia Sueca del Consumidor a retirar el modelo actual, dejando a la empresa sin posibilidad de vender ningún producto.
No hay que ser experto en economía para saber que una empresa que no vende productos no tiene ningún beneficio y lo único que hacer es acumular deudas. Y esto es exactamente lo que ha pasado con Hövding, que se vio obligada a emitir un comunicado en su web donde anunció que se declaraba en quiebra el 21 de diciembre de 2023 ante el tribunal de distrito de Malmö.
Hövding no comparte la conclusión de la Agencia del Consumidor y ha recurrido la decisión. Hoy se ha anunciado que el Tribunal Administrativo aprueba la solicitud de inhibición de Hövding, que anula la decisión de la Agencia Sueca del Consumidor de suspender inmediatamente las ventas y retirar el producto y significa que Hövding 3 todavía puede venderse. Sin embargo, el daño causado por las acciones de la Agencia Sueca del Consumidor es tan grande que la junta no ve que haya base para continuar con la empresa. Hövding quisiera aprovechar la oportunidad para agradecer a todos los clientes, distribuidores, proveedores y, no menos importante, a los empleados por todos los fantásticos esfuerzos durante los 12 años que hemos salvado las vidas de los ciclistas
, comunicaban los responsables de Hövding a modo de despedida.