Holanda, hoy conocida como Países Bajos y situada en el noroeste del continente europeo, es el país con el mayor número de ciclistas del mundo, además de uno de los lugares donde se rueda más seguro, gracias a su inmensa y perfecta infraestructura pensada exclusivamente para usuarios de bicicleta. Lógicamente, estas increíbles ciclovías holandesas no siempre estuvieron allí, a pesar de que incluso algunos ciudadanos de Holanda creen que siempre han estado presentes... ¿Cómo consiguieron los holandeses sus ciclovías?
Tras la Segunda Guerra Mundial, la economía de Holanda sufrió un drástico desarrollo, con una sociedad volcada al consumo cuyo efecto más visible fue una rápida invasión de coches en todo el país. Este aumento de vehículos motorizados propició también un aumento de accidentes mortales relacionados con ciclistas y peatones, en su mayoría niños; una situación insostenible que desencadenó toda una serie de protestas del pueblo holandés demandando vías más seguras para niños, peatones y ciclistas.
Estas protestas, sumadas a la crisis del petróleo del año 1973, fueron las claves para que el Gobierno holandés decidiese dar un giro de 360 grados a su política económica y de infraestructuras, aprobando toda una serie de medidas que paliaban la dependencia de recursos energéticos como el petróleo (los 'domingos sin coche', por ejemplo) y potenciando el uso de la bicicleta como medio de transporte.
Puesto que los vehículos motorizados continuaron matando personas, cada vez más y más ciclistas holandeses continuaron reivindicando sus derechos, hasta que a mediados de la década de los 70 numerosos municipios del país comenzaron a experimentar con vías ciclistas de largo recorrido, libres de vehículos y 100% seguras. Este fue el inicio, básicamente, de las políticas modernas relacionadas con las bicicletas de Holanda, hoy conocida como Países Bajos y como el país con el mayor número de ciclistas del mundo.