El pasado domingo 14 de octubre, los medios franceses y británicos ocupaban sus titulares con una trágica noticia: la muerte de un ciclista de montaña en el Bike Park de la estación francesa de Morzine-Avoriaz tras recibir el disparo de un joven cazador. La víctima era Marc Sutton, un británico de 34 años que residía en el país galo desde hace unos años. La gran sorpresa de esta noticia es que, tras la muerte del ciclista, la propia madre y hermana del fallecido han destapado un oscuro pasado, alegrándose de su muerte.
¿Qué lleva a una familia a alegrarse de la muerte de un hijo y hermano? Según declaró Katie Sutton, la hermana del ciclista fallecido, al diario británico The Sun: "Era un violador y me alegro de que esté muerto, me siento aliviada de que ya no pueda lastimar a nadie más. Merecía ser fusilado como un animal, era el animal más grande que había.". Por otro lado, la madre del fallecido tampoco expresó ningún tipo de pena por la muerte de su hijo: "Era un monstruo y ojalá se pudra en el infierno".
El cazador que efectuó el mortal disparo, un joven de 22 años de edad, permanece ingresado en el hospital con una crisis de ansiedad. Él mismo declaró ante las autoridades que confundió al fallecido con un jabalí, a pesar de que el ciclista llevaba puesta ropa de alta visibilidad, por lo que hay abierta una investigación. Según los medios británicos, Kattie Sutton está en contacto con el joven cazador para consolarlo y explicarle que su hermano era un monstruo y que merecía morir, pero la mente del autor del disparo se niega, por el momento, a aceptar un suceso traumático y rocambolesco a partes iguales.