Cualquiera que haya viajado al norte de Europa, sobre todo a ciudades como Ámsterdam en Países Bajos o Copenhage en Dinamarca, se habrá encontrado con multitud de calles pacificadas donde los vehículos a motor no tienen cabida y peatones y ciclistas conviven en armonía.
Pacificar una calle es, básicamente, es reducir la velocidad del tráfico motorizado o incluso limitar el acceso de estos vehículos para lograr un reparto más equitativo del espacio público. Las calles pacificadas suelen contar con zonas verdes como jardineras, bancos para descansar y zonas de juego para los más pequeños, todo ello sobre una calzada amplia con o sin aceras donde transeúntes y ciclistas pueden circular con tranquilidad sin molestarse entre sí.
Este tipo de calles es muy común en Países Bajos y, sobre todo, en su capital, Ámsterdam, considerada la ciudad de las bicicletas gracias a su extensa red de carriles y pistas para bicicletas, a sus numerosos espacios protegidos para ciclistas, y al cuidado diseño del entramado urbano con forma de cuadrícula, muy fácil de resolver sobre los pedales.
Tanto es así, que la Agencia de Turismo de Países Bajos cuenta con un simulador online donde cualquiera puede poner la dirección de su calle para ver cómo sería si estuviera pacificada o, dicho de otra forma, si fuese una calle de Ámsterdam amigable con los ciclistas.
El simulador está impulsado por Inteligencia Artificial y es capaz de generar imágenes de la calle indicada transformada en una calle pacificada con cuatro estilos distintos. Basta con introducir el nombre de la calle y generar las simulaciones, e incluso permite subir una foto de la calle o utilizar la posición GPS actual.
Con las calles pacificadas, los habitantes ganan calidad de vida, la trama urbana mejora y la zona se convierte en un punto de atracción donde pasear cómodamente. También se dinamiza el comercio local, las calles se hacen más accesibles a vehículos de emergencia y, obviamente, se reducen los niveles de contaminación. ¿La gran pega? Se limita el espacio para los vehículos motorizados, tanto para circular como para aparcar.
De cualquier modo, este simulador impulsado por IA es una maravillosa herramienta para descubrir cómo sería la calle en la que vivimos si estuviera diseñada para peatones y ciclistas al más puro estilo de Países Bajos, con calzadas amplias, zonas verdes ajardinadas y bicicletas por todos los lados.