En el mundo del ciclismo, la inmensa mayoría de corredores profesionales pedalean con las piernas libres de vello y, aunque puede parecer que se trata de una simple cuestión estética, lo cierto es que detrás de este curioso hecho hay varias razones. ¿Es obligatorio depilarse las piernas para montar en bicicleta? No, pero sí que se puede decir que es muy recomendable puesto que se previenen ciertos problemas y se mejoran algunos aspectos relacionados con el rendimiento y la recuperación.
Ventajas de unas piernas depiladas
1. Previenen infecciones: las piernas de un ciclista son la parte del cuerpo más propensa a sufrir roces, arañazos y cortes, por lo que unas extremidades libres de vello favorecen una asistencia médica más limpia y previenen infecciones derivadas de heridas mal curadas, por no mencionar lo que supone arrancar esparadrapos o tiritas pegadas sobre un buen matojo de pelo.
2. Mejoran la aerodinámica: algunos estudios realizados en el túnel de viento han confirmado que unas piernas depiladas ahorran vatios al ciclista con respecto a otras llenas de vello, con el consiguiente aumento de rendimiento sobre la bicicleta. Aunque es cierto que la ganancia aerodinámica es mínima (aproximadamente 5 segundos en un Tour de Francia de 4.000 kilómetros), en la alta competición cada décima de segundo importa.
3. Ayudan a la termorregulación: con la piel libre de vello, el sudor se reparte de forma homogénea mejorando la disipación del calor corporal, algo muy importante cuando se pedalea en condiciones de altas temperaturas o con un elevado desempeño físico. Por otro lado, los tejidos técnicos presentes en los culottes de los ciclistas están diseñados para ofrecer el máximo rendimiento en contacto con la piel, no sobre una espesa capa de pelo.
4. Favorecen los masajes: después de una larga sesión de pedaleo, sobre todo cuando se trata de una competición, un masaje recuperador proporcionado por manos expertas es fundamental para acelerar la recuperación muscular. Las piernas sin pelo favorecen el trabajo del masajista y facilitan la aplicación de las cremas y ungüentos utilizados por estos profesionales.
5. Es parte de la cultura ciclista: depilarse las piernas tiene connotaciones psicológicas y sociológicas. Un ciclista con las piernas depiladas está mejor visto que un ciclista con las piernas llenas de pelos, percibiéndose cierto 'nivel' profesional en el primero que está ausente en el segundo. A nivel estético, los músculos de unas piernas depiladas se ven más grandes y mejor perfilados, un aspecto que puede jugar a favor en términos de psicología deportiva.