La crisis provocada por la pandemia del coronavirus COVID-19 y el confinamiento general que vive la ciudadanía de muchos países ha cambiado la forma de entrenar de todo tipo de deportistas, tanto profesionales como aficionados. En lo que respecta a los ciclistas, entrenar sobre el rodillo se ha convertido en la actividad estrella durante la cuarentena, aunque también ha generado ciertas dudas. ¿qué pasa si solo tengo una bici eléctrica? ¿Puedo entrenar en el rodillo?
La respuesta corta es sí. La respuesta larga es... depende. Hay que tener en cuenta que las bicicletas eléctricas, sobre todo las de montaña, tienen un peso bastante superior al de las bicicletas convencionales. A este peso adicional hay que sumar el peso del ciclista y su equipación, arrojando un total que puede superar el peso máximo soportado por el rodillo según indique cada fabricante.
¿Qué significa esto? Que si el peso total de la bicicleta más el ciclista supera o iguala el peso máximo admitido por el rodillo, lo más recomendable es no utilizar la bici eléctrica sobre el rodillo, ya que este puede terminar averiándose o rompiéndose debido al esfuerzo extra soportado. Por suerte, hay ciertas cosas que se pueden hacer para solventar este problema.
Una buena solución pasa por desmontar la batería de la bicicleta, con lo que se consigue rebajar unos cuantos kilos a costa de perder la asistencia eléctrica durante el pedaleo. Otro buen consejo es hacer uso de un rodillo de equilibrio, compatible con todo tipo de bicis, en lugar de los rodillos magnéticos o de fluido, mucho más caros y también susceptibles de sufrir una avería. Por otro lado, nunca está de más plantearse una dieta para perder peso cuando es el ciclista el que marca unos cuantos kilos de más sobre la báscula.