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La dieta del ciclista: qué comer antes, durante y después del entrenamiento

Exploramos la dieta ideal del ciclista, destacando los alimentos recomendados antes, durante y después del entrenamiento.

La nutrición es fundamental para cualquier ciclista que desee optimizar su rendimiento y acelerar la recuperación. Saber qué y cuándo comer puede marcar la diferencia entre una sesión de entrenamiento productiva y una experiencia agotadora. En las siguientes líneas, exploramos la dieta ideal del ciclista, destacando los alimentos recomendados antes, durante y después del entrenamiento.

La dieta del ciclista: qué comer antes, durante y después del entrenamiento
Bayas, un excelente antiinflamatorio. Imagen: Luisella Planeta / Pixabay

Antes del entrenamiento: energía y preparación

Antes de una salida, es esencial cargar el cuerpo con carbohidratos complejos, que proporcionan una liberación sostenida de energía. Las opciones ideales incluyen:

  • Avena: Rica en fibra y fácil de digerir, la avena es una excelente fuente de energía.
  • Pan integral: Una tostada con un poco de miel o mermelada puede ser una combinación perfecta.
  • Frutas: Plátanos, manzanas y frutas del bosque aportan carbohidratos y vitaminas.

Comenzar bien hidratado también es crucial. Beber al menos 500 ml de agua una hora antes del entrenamiento asegura que el cuerpo esté preparado para la pérdida de líquidos. También se puede optar por una bebida isotónica para obtener un extra de electrolitos.

Por último, no puede faltar una pequeña cantidad de proteína puede ayudar a mantener el músculo durante el esfuerzo. Yogur griego, huevos o un batido de proteínas ligero son opciones viables.

Durante el entrenamiento: mantener la energía

Para mantener los niveles de energía durante sesiones largas o intensas, es fundamental consumir carbohidratos de rápida absorción. Algunos ejemplos son:

  • Barras energéticas: Diseñadas específicamente para deportistas, ofrecen una buena mezcla de carbohidratos y nutrientes.
  • Geles energéticos: Proporcionan una rápida inyección de energía cuando más se necesita.
  • Frutas secas: Pasas, dátiles y albaricoques secos son fáciles de transportar y consumir en marcha.

Beber regularmente es vital para evitar la deshidratación. Se recomienda un sorbo de agua o bebida isotónica cada 15-20 minutos. En sesiones prolongadas, consumir cápsulas de sal o bebidas electrolíticas ayuda a mantener el equilibrio de sodio y potasio, previniendo calambres y fatiga.

Después del entrenamiento: recuperación y reposición

La ventana de recuperación, los primeros 30-60 minutos después del ejercicio, es crucial. Consumir una combinación de carbohidratos y proteínas ayuda a reponer las reservas de glucógeno y a reparar el tejido muscular. Algunas opciones recomendadas son:

  • Batidos de recuperación: Mezcla de proteína en polvo, plátano y leche o bebida vegetal.
  • Comida completa: Un plato de arroz integral con pollo o tofu y verduras, entre otras opciones.
  • Frutas: Frutas ricas en antioxidantes como las bayas (arándanos, fresas, grambuesas, moras, etc) ayudan a reducir la inflamación y acelerar la recuperación.

Rehidratarse es tan importante como la ingesta de nutrientes. Beber agua o una bebida de recuperación con electrolitos asegura que el cuerpo recupere los líquidos perdidos durante la sesión.

Para aquellos con necesidades específicas, los suplementos como la creatina, los aminoácidos de cadena ramificada (BCAA) y las vitaminas pueden apoyar la recuperación y el rendimiento general. Siempre es recomendable consultar con un nutricionista o un médico antes de tomar cualquier suplemento.