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Los cuatro grandes pilares del entrenamiento para progresar como ciclista

Si lo que se busca es progresar y lograr un aumento gradual del rendimiento físico, es necesario dejar de dar paseos para comenzar a entrenar algo más en serio.

Para ser mejor ciclista no vale solo con salir en bicicleta de vez en cuando. Si lo que se busca es progresar y lograr un aumento gradual del rendimiento físico, es necesario dejar de dar paseos para comenzar a entrenar algo más en serio. Conocer los cuatro grandes pilares básicos de entrenamiento que pueden aplicarse a cualquier tipo de ciclista es fundamental para, de una forma sencilla, aumentar el rendimiento sobre la bicicleta sin necesidad de un plan específico.

En TodoMountainBike: Los cuatro grandes pilares del entrenamiento para progresar como ciclista
Ciclista de montaña feliz. ©Michael Lochner/Pixabay

La constancia

Mejorar sobre la bicicleta requiere, como en cualquier otro ámbito de la vida, mucha constancia. La única forma de mejorar el rendimiento dándole a los pedales es realizando salidas regulares: entre dos y tres por semana para ciclistas sin ambiciones competitivas y un mínimo de cuatro para aquellos que buscan alcanzar el mejor estado de forma posible.

La progresión

Además de entrenar de forma regular, es necesario realizar una progresión del esfuerzo, de menos a más, para mejorar sobre la bicicleta. Durante un ciclo que puede oscilar entre las 8 y 12 semanas de duración, hay que ir incrementando la carga de trabajo durante las salidas en bicicleta, ya sea en función de la duración, de la intensidad o de la frecuencia de las mismas.

El descanso

Para que el rendimiento físico aumente, es necesario dejar que el organismo descanse el tiempo necesario para recuperarse del estrés producido por el ejercicio. Sin recuperación no hay progresión, lo que significa que entrenar todos los días no mejorará el rendimiento si el ciclista no permite que sus músculos (y mente) se recuperen de forma adecuada, cayendo en el denominado sobreentrenamiento.

La nutrición

Entrenar sobre la bicicleta requiere un alto consumo energético y, por tanto, una alimentación e hidratación apropiadas. Los hidratos de carbono complejos (pasta, arroz, etc), las proteínas (huevo, carnes, lácteos) y las bebidas isotónicas son una parte fundamental de la dieta de un ciclista, ya sea para salir a entrenar con los depósitos bien cargados, para mantener el rendimiento sobre la marcha o para evitar la degradación muscular tras el ejercicio físico.