Cuatro pequeños ciclistas de menos de 12 años, tres de ellos hermanos, murieron durante la jornada del sábado 1 de febrero tras ser atropellados por un todoterreno cuando circulaban por una carretera residencial en una zona de Outlands, cerca de Sidney. El conductor del vehículo, un hombre de 29 años de edad, dio positivo en el test de alcohol y fue detenido en el mismo lugar del accidente.
Los fallecidos habían salido con sus bicicletas acompañados de otros tres amigos, todos ellos arrollados por un vehículo 4x4 de marca Mitsubishi a primera hora de la mañana. Un quinto niño sufrió un traumatismo craneoencefálico grave a causa del atropello, aunque permanece ingresado en el hospital en estado estable. Otras dos niñas, de 10 y 13 años, también permanecen ingresadas pero con lesiones de menor gravedad.
Cuando los primeros equipos de emergencias llegaron al lugar del suceso se encontraron con una carnicería. Era una escena muy, muy difícil, con mucho caos, obviamente. Es increíblemente difícil para todos los servicios de emergencia, más allá de la pérdida que han sufrido las familias. Es muy difícil para la Policía, los Bomberos y los paramédicos enfrentarse a la muerte de menores en semejante carnicería
, declaró Andrew McAlpine, portavoz del servicio de ambulancias de Nueva Gales del Sur.
El conductor dio positivo en la prueba de alcoholemia y fue detenido por las autoridades en el mismo lugar de los hechos. En el vehículo viajaba otro acompañante que está colaborando con la Policía australiana para esclarecer las causas del mortal atropello. El accidente ha causado una gran conmoción en la sociedad australiana, castigada a su vez por uno de los veranos más duros de su historia debido al innumerable número de incendios que asola el país.