El 20 de diciembre de 2017, sobre las 16:30 de la tarde, un ciclista de 32 años perdió la vida tras ser atropellado mortalmente por un conductor que dio positivo en cocaína, anfetaminas y cannabis. El suceso tuvo lugar en la carretera EX-213, a unos tres kilómetros del municipio cacereño de Barrado, en un tramo recto con buena visibilidad.
Dos años y medio después de la muerte de aquel ciclista, la Audiencia Provincial de Cáceres ha confirmado la sentencia del Juzgado de lo Penal de Plasencia que condenó al conductor a tres años, tres meses y un día de cárcel, además de la retirada del permiso de conducir durante 6 años y a indemnizar a la familia del fallecido con la cantidad de 173.483€.
Esta sentencia ratifica la dictada por el juez de lo Penal de Plasencia, que acusó al condenado de un delito de homicidio por imprudencia grave y otro contra la seguridad vial por conducir bajo la influencia de estupefacientes. El conductor justificó ante el juez que el accidente se produjo debido a que fue deslumbrado por el sol, una excusa que fue desestimada al quedar probado que conducía con exceso de velocidad bajo los efectos de varias drogas.
Pese a su más que probada culpabilidad, el condenado presentó un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Cáceres, aunque no le ha servido de mucho. Sin más posibilidad de recursos y con sentencia firme, tendrá que cumplir condena por un atropello mortal que se produjo en un tramo recto, precedido de una curva, con buena visibilidad, en condiciones atmosféricas favorables, en pleno día y descartándose totalmente el deslumbramiento por el sol
, según la sentencia del juez.