Sentir las manos dormidas sobre el manillar es una de las sensaciones más molestas para un ciclista, y lamentablemente también uno de los problemas más comunes. El adormecimiento de las manos o el entumecimiento de los dedos se debe a una excesiva presión sobre los nervios que recorren la mano durante la acción de agarrar el manillar o por una mala postura, en ambos casos de fácil solución.
Los puños
Para reducir la presión de los nervios al agarrar el manillar, la primera y más sencilla opción es hacer uso de unos puños o cinta de manillar más absorbentes, por ejemplo los que están fabricados en espuma de alta densidad o en silicona. De esta manera, se logra una mayor descompresión del nervio ulnar, que transcurre desde el antebrazo hasta la mano, previniendo así el típico adormecimiento de manos que padecen muchos ciclistas.
Los guantes
Otra forma de mitigar la presión sobre las terminaciones nerviosas que recorren las manos es equiparse con unos guantes que tengan inserciones de gel o algún otro acolchado. De esta manera, especialmente si se combinan unos guantes de este tipo con unos puños o cinta de manillar más absorbentes, se reduce drásticamente la posibilidad de que las manos o los dedos se adormezcan cuando se agarra el manillar durante un período prolongado de tiempo.
Las manetas de freno
La posición de las manetas de freno sobre el manillar también es un factor a tener en cuenta. La causa más común del entumecimiento de los dedos es forzar el ángulo de las muñecas a la hora de alcanzar las manetas, algo que se soluciona de forma rápida recolocando las manetas de forma que las muñecas del ciclista se sitúen en paralelo a los brazos, en posición neutra.
El sillín
Por último y en caso de que los tres consejos anteriores no sean suficientes, lo más probable es que el adormecimiento de manos esté provocado por una posición del sillín mal ajustada. Un sillín demasiado adelantado o alto hace que el ciclista cargue más peso en las extremidades superiores, por lo que vale la pena probar otros ajustes más relajados o, mejor aún, hacerse un estudio biomecánico.