Las ventas de bicicletas eléctricas están creciendo a un ritmo imparable en toda Europa. Tal es así, que gracias a los avances tecnológicos y a los cada vez más ligeros y llamativos modelos de e-Bikes disponibles en el mercado, incluso la Unión Europea de Ciclismo (UEC) y la Unión Ciclista Internacional (UCI) planean un campeonato específico para bicicletas eléctricas de montaña en los próximos años. Ante este enorme éxito y apoyo por parte de la industria, organismos y usuarios, los políticos de turno han visto una veta de oro en la que sacar tajada y proponen, Comisión Europea mediante, el uso de un seguro obligatorio para todos los usuarios de bicicletas eléctricas.
Quizá algunos lectores se pregunten si no era necesario ya un seguro para las bicicletas eléctricas. Sí y no. Las bicicletas eléctricas se dividen en dos categorías: las denominadas Pedelec, que están asistidas por un motor eléctrico que solo funciona cuando el ciclista pedalea y además, no supera los 0.25 Kw de potencia nominal (250W) y limita la asistencia hasta 25 km/h de velocidad. Las que no cumplen la anterior normativa, están consideradas a todos los efectos ciclomotores. Es en este último caso cuando se hace obligatorio el uso de un seguro para circular además de matrícula y el correspondiente permiso de conducción.
Lo que la Comisión Europea (el órgano ejecutivo encargado de proponer la legislación, la aplicación de las decisiones y la defensa de los tratados de la Unión Europea) propone va más allá de la actual legislación, metiendo a todas las bicicletas eléctricas en el mismo saco, sin distinciones. La nueva propuesta de modificación de la Directiva sobre el seguro de vehículos de motor contempla la necesidad de un seguro obligatorio para bicicletas eléctricas, patinetes eléctricos, vehículos de conducción autónoma y otros casos no incluidos en la antigua directiva.
La propuesta, no de ley por el momento, otorga a los países miembros de la Unión Europea la posibilidad de decidir sobre la obligatoriedad de un seguro de responsabilidad civil obligatorio en vehículos como las bicicletas o los patinetes eléctricos. De cualquier modo, en caso de que la propuesta sea aceptada y se convierta en legislación, la ley estará del lado de los gobiernos de turno para que sean estos los que decidan si aplicar o no el seguro obligatorio, algo que en el caso de las bicicletas eléctricas puede suponer un fuerte frenazo en un sector que apenas comienza a florecer.
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