Los ciclistas veteranos, aquellos que ya tienen mucha experiencia rodando sobre una bicicleta, son capaces de detectar hasta el más mínimo fallo cometido por un ciclista novato. Sin embargo, es la propia experiencia de los ciclistas más veteranos o, mejor puntualizado, la confianza ganada a base de muchas horas de entrenamiento encima de la bicicleta, la causante de algunos errores que muchos ciclistas expertos tienden a cometer sin siquiera darse cuenta.
Cinco errores de los ciclistas veteranos
1. Exceso de confianza: cuanto mayor es la experiencia encima de una bicicleta, mayor es el control sobre la misma y las habilidades del ciclista para afrontar cualquier dificultad que se le presente. Por desgracia, un exceso de confianza suele ser sinónimo de caídas por ir demasiado rápido o por no haber reconocido previamente el terreno, así como de ignorar o pasar de ciertos elementos de seguridad y normas de tránsito (luces diurnas, saltarse semáforos, etc). Estos comportamientos son más frecuentes en ciclistas experimentados que en los recién iniciados.
2. No descansar lo debido: una de las grandes ventajas de ser un ciclista experimentado con muchas horas de pedales bajo los pies es que se puede disfrutar de una forma física que permite rodar sobre la bicicleta sin sentir un exceso de fatiga. Esta sensación hace que muchos ciclistas veteranos entrenen y entrenen sin tener en cuenta períodos de descanso entre sesiones, cayendo muchas veces en un sobreentrenamiento que, en lugar de beneficiar, frena la progresión del rendimiento.
3. Falta de hidratación: el cuerpo humano tiene la habilidad de adaptarse al esfuerzo a base de entrenamiento, algo que la mente convierte en una sensación de menor fatiga y en el retardo, o incluso desaparición según sea el tiempo de entrenamiento, de otras necesidades físicas como la sed y el hambre. Los ciclistas experimentados suelen hidratarse mucho menos que los ciclistas novatos pese a que los requerimientos de líquido son esenciales para ambos. Una hidratación óptima, a razón de un trago de agua o bebida isotónica que llene la boca cada 5 minutos, es la práctica más aconsejable para ciclistas de cualquier nivel.
4. Presión mínima en las ruedas: ya sea por las preferencias de cada ciclista o por comprobar la presión de los neumáticos manualmente apretando con los dedos la cubierta para calcular el aire interno, no son pocos los ciclistas veteranos que se han encontrado en mitad de ninguna parte con un neumático destalonado, rajado o pinchado a causa de una presión de aire demasiado baja. Comprobar la presión de aire con un manómetro y ajustarla según sea necesario es esencial antes de salir a pedalear, tanto para ciclistas novatos y para los más expertos.
5. Exceso de lubricante en la cadena: si bien los ciclistas novatos suelen olvidar el engrase de la cadena de transmisión, en los ciclistas veteranos sucede justamente todo lo contrario. Algunos porque salen mucho y es el proceso más rápido y otros porque no le dan mayor importancia, es frecuente ver en las bicicletas de los ciclistas más experimentados cadenas goteando lubricante tras una generosa aplicación de espray. Lo más recomendable es aplicar un lubricante en cera antes de cada salida y después de limpiar la bicicleta para mantener la cadena en perfecto estado. Lubricar más de lo necesario es sinónimo de un mayor gasto económico, no de un mayor rendimiento.