Hacerse ver cuando se rueda encima de una bicicleta es una cuestión que no admite ninguna réplica. Ciclistas y peatones son los usuarios más vulnerables de la carretera y además los menos visibles, y si además circulan de noche, el peligro al que se exponen se multiplica exponencialmente. De ahí que la normativa española de tráfico obligue a los ciclistas a hacer uso de luces y prendas reflectantes en las horas de menos visibilidad, dos cosas que salvan vidas.
¿Qué pasa cuando se hace caso omiso de las normas de tráfico? Pues sucesos como el ocurrido durante la madrugada del martes 8 de octubre en una carretera de Manacor, en Mallorca. Un ciclista ha fallecido tras ser arrollado por una conductora que fue incapaz de verlo cuando ambos circulaban en la misma dirección a la altura de la salida de Santa Eugenia dirección Palma.
El accidente se produjo sobre las 00:30 de la noche cuando el ciclista circulaba sobre su bicicleta sin hacer uso de luces ni de ningún tipo de elemento reflectante que pudiera identificarlo en la oscuridad. Un vehículo que también circulaba por la mencionada vía terminó arrollándolo sin percatarse siquiera de su presencia hasta el momento del impacto, causándole la muerte.
Hasta el lugar del accidente se desplazaron inmediatamente los servicios de emergencia avisados pro la propia conductora, pero solo pudieron certificar la muerte del ciclista. La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer todas las causas del trágico atropello, aunque las primeras pesquisas apuntan a una grave imprudencia por parte del fallecido.