Salir en bicicleta por motivos de ocio es un acto prohibido según el estado de alerta decretado por el gobierno de España para frenar la expansión del coronavirus COVID-19 en el país. Pese a ello, no son pocos los ciudadanos que han hecho caso omiso de esta nueva legislación y, por si no fuera suficiente, incluso se pasan por donde nunca da el sol los controles policiales encargados de que se cumplan las nuevas normas.
Es el caso de un ciclista almeriense que, durante la tarde del domingo 15 de marzo, fue detenido acusado de atentado contra agente de la autoridad con lesiones tras saltarse un alto en el paseo marítimo de la ciudad en el marco de las restricciones de movimiento que todos los españoles deben cumplir sin excepción por el bien común.
Según fuentes policiales, el suceso tuvo lugar sobre 14:00 de la tarde cuando una patrulla de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) que patrullaba el paseo se aproximó al ciclista para recordarle la obligatoriedad de permanecer en su domicilio y, cuando los agentes procedieron a identificarlo, el ciclista huyó a toda velocidad desencadenando una persecución.
En su intento de huida y tras encontrarse con otra patrulla de la Policía Nacional dándole el alto, el ciclista terminó arrollando a un agente causándole lesiones de carácter leve. Ni que decir tiene que fue detenido y está acusado de atentado a agente de la autoridad con lesiones.