Puede que algunos ciclistas no lo sepan o se hagan los despistados, pero las leyes españolas de circulación vial también tienen su normativa específica para los usuarios de bicicleta. Todos los ciclistas deben cumplir una serie de normas para circular de forma segura sin tener miedo a ser multados por las autoridades competentes, destacando entre estas el uso de cinco accesorios obligatorios que afectan de forma directa la visibilidad del usuario y, por ende, su seguridad.
Además de respetar las señales de tráfico y circular de forma prudente, los ciclistas españoles están obligados a utilizar 4+1 elementos cuando salen a pedalear con sus bicicletas por las vías públicas. Decimos cuatro más uno porque uno de estos elementos solo afecta a los menores de 16 años en vías urbanas, aunque todo y así es el único que prácticamente todos los usuarios respetan y utilizan de buen agrado: el casco.
Los accesorios obligatorios para circular en bici
- Casco: es el primer elemento que todos los ciclistas deben usar, aunque solo es obligatorio para menores de 16 años en vías urbanas. En vías interurbanas y a cualquier edad, además de obligatorio es lo más recomendable para evitar lesiones graves en la cabeza en caso de caída o accidente.
- Luz trasera: las bicicletas tienen la obligación de circular con una luz trasera homologada, de color rojo, de forma que consiga hacer visible al conjunto de ciclista+bicicleta a muchos metros de distancia. Debe estar encendida en condiciones de poca luminosidad, que básicamente es desde el anochecer hasta el amanecer y cuando se circula por túneles y tramos cubiertos.
- Luz delantera: del mismo modo, todas las bicicletas también tienen que estar equipadas con una luz delantera de color blanco que mejore la visibilidad del ciclista tanto en su parte frontal como para los vehículos que circulan de frente. También debe estar encendida en las mismas condiciones que afectan a la luz trasera.
- Catadióptrico trasero: además de una luz trasera, todas las bicis deben tener al menos un catadióptrico de color rojo instalado en su parte trasera que reaccione a la proyección de luz de otros vehículos. De este modo, se asegura la visibilidad en caso de fallo de la luz trasera y se refuerza la seguridad del ciclista.
- Timbre: la gran asignatura pendiente de casi todos los ciclistas y, sin embargo, un elemento obligatorio por normativa. Llevar un timbre en la bici no solo evita una posible multa, también sirve para alertar al resto de usuarios de la vía, sobre todo peatones y otros ciclistas, de la presencia de una bicicleta circulando.