A pesar de ser el país que alberga una de las competiciones de ciclismo en ruta más importantes y famosas de todo el planeta, el Tour de Francia, el uso de la bicicleta en el país galo no está tan extendido como sus gobernantes quisieran. De hecho, con solo un 3% de los desplazamientos urbanos realizados sobre bicicletas, Francia está muy por detrás de otros países del norte de Europa, entre ellos Holanda, Dinamarca o Alemania. ¿Cómo solucionar esto? Con el nuevo Plan Vélo del gobierno francés, destinado a desarrollar la movilidad urbana sobre los pedales.
El Plan Vélo, promovido por el Ministerio de Transición Ecológica y Solidaria de Francia, tiene como objetivo lograr que en el año 2024, el 9% de los desplazamientos urbanos se realicen sobre una bicicleta, en lugar del 3% actual. Para ello, el gobierno francés ha destinado una partida inicial de 350 millones de euros, apostando por el desarrollo de una cultura de la bicicleta que cale en los ciudadanos franceses desde edades tempranas gracias a la implementación de toda una serie de medidas.
¿En qué consiste el Plan Vélo? En el desarrollo de infraestructuras, creando rutas ciclistas así como mejorando las instalaciones y la seguridad vial. En la mejora de la seguridad contra el robo y la venta fraudulenta, con un registro obligatorio de bicicletas (¿matrícula?) para evitar el fraude. En la creación de un marco de incentivos que promueva el uso de la bicicleta como medio de transporte, con hasta 200€ al año para los empleados que vayan en bici al trabajo y el apoyo a las empresas para que creen flotas de bicicletas. Y por último, en la puesta en marcha de diferentes planes para garantizar la bicicleta se pueda adoptar de forma natural desde una edad muy temprana, desarrollando así una cultura de la bicicleta que arraigue en la sociedad francesa.