Es importante que los ciclistas estén al tanto de los requisitos legales para circular por las vías públicas en España. El Reglamento General de Circulación establece que hay tres elementos obligatorios que deben estar instalados en una bicicleta para cumplir con las normativas y evitar multas que pueden llegar hasta los 200€.
El primer elemento es un timbre, una herramienta esencial para alertar de la presencia del ciclista a peatones y otros vehículos. A pesar de ser obligatorio, muchos ciclistas suelen pasar por alto esta normativa, y la multa por no llevarlo puede ascender hasta los 80€.
Los otros dos elementos obligatorios son un juego de luces homologadas y un catadióptrico trasero. Estos son necesarios cuando se circula de noche o en condiciones de poca luminosidad, como en túneles, niebla o lluvia fuerte. Sin embargo, en el caso de las luces, lo ideal es llevarlas siempre puestas o, al menos, un foco trasero con función de luz diurna.
La bicicleta debe tener una luz de posición delantera de color blanco, una luz trasera de color rojo y un catadióptrico trasero no triangular. Es importante destacar que las luces deben ser homologadas y de color blanco en la parte delantera y rojo en la trasera.
En caso de no cumplir con estos requisitos, los ciclistas pueden enfrentarse a sanciones que varían, yendo desde multas de hasta 200€ hasta montos mayores si se incurre en varias faltas. Es fundamental que los ciclistas se aseguren de tener estos elementos instalados y en buen estado para garantizar su seguridad y cumplir con las normativas de circulación.